La comunidad musical atraviesa un momento de profundo dolor tras la confirmación de la muerte de Perry Bamonte, guitarrista clave de The Cure, quien falleció a los 65 años luego de enfrentar una breve enfermedad. El músico murió acompañado en su hogar, según informó la banda a través de un comunicado.
The Cure destacó a Bamonte como una persona “callada, intensa, intuitiva y profundamente creativa”, y resaltó su aporte fundamental a la historia del grupo británico. Durante sus 14 años como integrante oficial, participó en más de 400 conciertos alrededor del mundo, dejando una marca imborrable en la escena del rock internacional.
Tras su salida en 2005, Bamonte regresó a la banda en 2022 para la gira Shows of a Lost World, ofreciendo cerca de 90 presentaciones y reencontrándose con el público en una serie de shows muy celebrados. Su última actuación tuvo lugar el 12 de noviembre de 2024 en Londres, aunque problemas de salud lo habían obligado a cancelar compromisos previos, incluyendo una gira europea.
Nacido en Londres en 1960, Perry comenzó su vínculo con The Cure en 1984 como parte del equipo técnico. Con el tiempo se convirtió en asistente personal y técnico de guitarra de Robert Smith, hasta que en 1990 pasó a formar parte oficialmente de la banda tras la salida de Roger O’Donnell. Su versatilidad le permitió tocar guitarra, bajo de seis cuerdas y teclados, aportando un sonido distintivo en cada álbum.
Entre sus contribuciones más reconocidas se encuentran los discos Wish (1992), Wild Mood Swings (1996) y Bloodflowers (2000). Wish, el más exitoso comercialmente de la banda, incluye temas que se convirtieron en clásicos generacionales, donde el estilo de Bamonte dejó una huella imborrable.
Además de su talento, su personalidad discreta y creativa lo convirtió en un referente dentro del grupo, alguien cuya influencia se extendió más allá de los escenarios. Para los fanáticos, su legado quedará tanto en los discos como en los memorables conciertos que recorrieron el mundo.
Su partida deja un vacío en la música internacional, pero también un recuerdo imborrable de un músico que supo combinar técnica, sensibilidad y pasión en cada acorde.