La camiseta de Boca Juniors que vistió Diego Armando Maradona en 1981 fue elegida como la mejor de la historia del fútbol mundial. Así lo determinó una votación organizada por la revista Panenka, en la que participaron más de 100 mil fanáticos. Entre 150 modelos de camisetas inolvidables, la azul y oro se quedó con el primer lugar, superando a clásicos como la de Brasil del ‘98 y la de Alemania campeona en 1990.
El modelo elegido corresponde a la temporada 1981-82, cuando Maradona jugó su única temporada en el club de La Ribera. Sin publicidad, con el azul intenso y la franja amarilla cruzando el pecho, se convirtió en símbolo de pasión y mística xeneize. Para muchos, más que una prenda, representa un momento inolvidable del fútbol argentino.
Diego llegó a Boca a comienzos del ‘81, luego de su paso por Argentinos Juniors. Aunque tuvo propuestas del exterior y una fuerte oferta de River, su corazón lo llevó a presionar para jugar en el club de sus amores. Por la situación económica de Boca, el pase se cerró como un préstamo, con un acuerdo inusual: se le entregaron departamentos como parte de pago.
El 22 de febrero debutó en la Bombonera contra Talleres de Córdoba, marcando dos goles en el 4-1 final. Jugó infiltrado por una molestia muscular, pero eso no le impidió brillar. En total, convirtió 28 goles en 40 partidos y fue pieza clave para que Boca ganara el torneo Metropolitano.
Esa camiseta, que hoy es furor entre coleccionistas y fanáticos, trasciende generaciones. En Salta no es raro verla en peñas, en partidos amateurs o en ferias deportivas. Muchos la consideran una reliquia, y no solo por lo que representa para Boca, sino porque fue usada por el mayor ídolo del fútbol argentino.
La elección de la camiseta generó emoción en todo el país. En las redes sociales, hinchas y nostálgicos recordaron momentos de aquella campaña gloriosa, cuando Diego jugaba con el alma y dejaba magia en cada toque. En Salta, las peñas xeneizes también celebraron la noticia con orgullo.
La votación se cerró el domingo 17 de agosto y dejó en claro que la pasión argentina tiene peso en el mundo. Que una camiseta de Boca, usada por Maradona, sea elegida la mejor de la historia, es también un homenaje a nuestra identidad futbolera. No es solo un reconocimiento estético: es una declaración de amor al fútbol que vivimos desde chicos, en cada potrero, en cada relato de domingo, en cada camiseta que heredamos.
Maradona sigue siendo eterno. Y esa camiseta, la azul y oro que llevó con orgullo en 1981, es ahora parte de la historia grande del fútbol mundial. Un pedazo de gloria que late fuerte también en el norte del país.
