Un conocido coleccionista anunció que subastará la camiseta del Club Abanderado Grandoli, de Rosario, que utilizó Lionel Messi cuando tenía cinco años, en 1993, durante el primer torneo que ganó en su vida.
Se trata de Ken Goldin, el también subastador más influyente del mundo de los coleccionables deportivos. La noticia la dio en su serie King of Collectibles: The Goldin Touch, en la que, asimismo, mostró la camiseta (durante su tercera temporada) y la presentó como una de las joyas más extraordinarias del programa, una pieza única capaz de romper récords.
Sin embargo, hasta el momento no existe un enlace público ni un lote visible en el sitio oficial de Goldin Auctions, su empresa. Tampoco se difundió información oficial sobre fechas, valor estimado o condiciones de venta, ni él compartió ningún dato.
Esto provocó mucha expectativa y confusión a la vez entre coleccionistas y fanáticos de Messi. Según fuentes del mundo del coleccionismo, es probable que se trate de una venta aún no publicada, una subasta privada o un lote que se publicará cuando se termine de emitir el programa.
La casaca, que podría convertirse en una de las piezas más valiosas de la historia del fútbol, está hecha de forma local en la ciudad santafesina y, más allá de su impacto mediático, el verdadero valor está en su recorrido.
Luego del torneo infantil mencionado, Salvador Aparicio (la primera persona que hizo jugar a Messi en una cancha) le entregó esta prenda al entrenador juvenil Pablo Alfieri, quien la conservó durante años junto a otras camisetas de su etapa como formador.
Después de su muerte, pasó a manos de su hijo Pablo Nicolás Alfieri y, finalmente, el 12 de mayo de 2008, a su nieto Ignacio Alfieri. Desde ese momento, la casaca permaneció en la familia Alfieri, guardada como un recuerdo íntimo de los primeros pasos de un niño que, sin saberlo, se convertiría en el mejor futbolista del mundo.