Estados Unidos e Israel anunciaron el retiro de sus equipos negociadores en Doha, tras considerar que Hamas no mostró intención seria de avanzar hacia un alto el fuego en Gaza.
Steve Witkoff, enviado especial de EE. UU., afirmó que la última respuesta de Hamas dejó claro que no hay voluntad de lograr una tregua. “No actúan de buena fe” y por eso decidieron volver a Washington para evaluar “otras opciones” para liberar a los rehenes y estabilizar Gaza.
Desde Israel, también se levantó la delegación. Aunque autoridades confirmaron el retorno, aclararon que las conversaciones no están cerradas y se justificó la medida como parte de consultas internas tras la última respuesta de Hamas.
Clave del conflicto
- La propuesta mediada incluía un cese de hostilidades de 60 días, el intercambio de rehenes por presos, ampliación de ayuda humanitaria y negociaciones para un acuerdo permanente.
- Hamas solicitó cambios drásticos: más presos liberados, condiciones sobre presencia militar israelí y garantías de no reanudación del conflicto pasado ese plazo.
- Israel exige que Hamas sea desarmado y no participe políticamente; Netanyahu aseguró que no permitirá que el grupo imponga “términos de rendición.
Desde enero comenzó un alto el fuego inicial, con intercambio de 33 rehenes israelíes por alrededor de 2.000 presos palestinos. Pero las fases posteriores nunca se activaron y las negociaciones se estancaron.
Durante marzo, Israel bloqueó toda ayuda humanitaria a Gaza como presión adicional, lo que generó denuncias internacionales y agravó la crisis humanitaria.
A medida que avanzó el año, la desconfianza se profundizó. Witkoff insistía en la necesidad de plazos claros y condiciones firmes para pasar a la segunda fase de negociación.
Hoy la situación humanitaria es crítica: Naciones Unidas calcula decenas de miles de muertes y hambruna inducida, especialmente entre niños ─la ONU calificó a los gazatíes como “cadáveres andantes”.
