El papa León XIV volvió a levantar la voz ante la grave situación en Medio Oriente. Este domingo, luego de la tradicional oración del Ángelus, el Pontífice lanzó un contundente mensaje desde el Vaticano: pidió que cesen los enfrentamientos y que los pueblos puedan vivir en paz. "No hay futuro basado en la violencia", afirmó frente a miles de fieles reunidos en la Plaza San Pedro.
El Sumo Pontífice expresó su dolor por las imágenes de palestinos huyendo de Gaza tras nuevas órdenes de evacuación por parte del ejército israelí. También valoró el trabajo de asociaciones católicas que acompañan a las víctimas del conflicto y destacó la cercanía de toda la Iglesia con los que sufren en esa “tierra martirizada”.
En un tono firme, León XIV remarcó que el futuro no puede construirse sobre el exilio ni la venganza, y convocó a todos los que aman realmente a los pueblos de la región a trabajar activamente por la paz. Su mensaje, lejos de ser protocolar, fue directo y cargado de humanidad.
Además, saludó a peregrinos de diversas diócesis, a miembros de la Compañía de Jesús y recordó especialmente a las personas que padecen Alzheimer y ataxia, en el marco del día mundial dedicado a estas enfermedades.
En un escenario global atravesado por conflictos y divisiones, el Papa volvió a poner en primer plano la urgencia de la paz. Y desde este rincón del norte argentino, su llamado también resuena con fuerza: frente al dolor, no hay lugar para la indiferencia.
