El presidente estadounidense Donald Trump confirmó este miércoles que Israel y Hamas firmaron la primera fase de un acuerdo de paz que busca poner fin a dos años de guerra en Gaza. El entendimiento, logrado tras tres días de negociaciones en Egipto, establece el alto el fuego, la liberación de rehenes —incluidos tres argentinos— y la retirada progresiva del ejército israelí de la Franja.
El anuncio llega en vísperas de cumplirse dos años del ataque del 7 de octubre de 2023, cuando Hamas irrumpió en el sur de Israel, provocando más de 1.200 muertos y secuestrando a unas 240 personas. A partir de allí, se desató una ofensiva militar que dejó más de 65.000 palestinos muertos, según cifras compartidas por organismos internacionales, y una crisis humanitaria sin precedentes.
Entre los cautivos que serán liberados se encuentran Eitan Horn, y los hermanos Ariel y David Cunio, ciudadanos argentinos. También se espera la recuperación del cuerpo de Lior Rudaeff, asesinado durante los primeros ataques. La liberación está prevista para este sábado.
Desde Salta, la comunidad judía local y organizaciones humanitarias siguieron la noticia con esperanza, tras meses de angustia e incertidumbre. La noticia se replicó rápidamente entre referentes políticos y sociales que expresaron su alivio por el avance diplomático.
Trump, que se involucró directamente en las negociaciones junto a su yerno Jared Kushner, anunció además que viajará a Medio Oriente este fin de semana para supervisar el inicio de la implementación. Definió el acuerdo como un “hecho histórico” y agradeció a los mediadores de Qatar, Egipto y Turquía por su trabajo conjunto.
En Argentina, el presidente Javier Milei celebró el anuncio y expresó su apoyo al expresidente estadounidense. “Firmaré la candidatura de Donald J. Trump al Nobel de la Paz”, publicó en sus redes sociales, destacando el rol central que tuvo el republicano en alcanzar este entendimiento.
El acuerdo firmado contempla el intercambio de prisioneros palestinos por los 48 rehenes que permanecen en Gaza. Se espera que esta primera etapa dé paso a otras medidas orientadas a la reconstrucción del enclave y a garantizar condiciones mínimas de vida para su población civil, duramente castigada por los bombardeos.
Si bien el camino hacia una paz definitiva todavía es incierto, el acuerdo representa un avance significativo en una región marcada por décadas de violencia. Para los argentinos involucrados y sus familias, pero también para quienes desde lugares como Salta siguen este conflicto con atención, la noticia genera una renovada esperanza.
