El gobierno de Bolivia denunció que un policía fue asesinado con dinamita tras ser secuestrado por seguidores del expresidente Evo Morales, que bloquean carreteras para reclamar la renuncia del mandatario Luis Arce.
El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, dijo que el policía “fue muerto con el empleo de una dinamita en su cavidad estomacal”.
El funcionario dijo que la víctima, identificada como Christian Calle, había sido secuestrada por “una horda” de simpatizantes del expresidente.
Hay cinco muertos en enfrentamientos
Cinco muertos -cuatro policías y un campesino- es el saldo de los enfrentamientos registrados el miércoles en Bolivia, en intentos por desbloquear las carreteras tomadas por los partidarios de Morales, informó este jueves el gobierno.
Desde hace 11 días los manifestantes reclaman en las rutas la renuncia de Arce, a quien culpan de la crisis económica y de manipular las instituciones para excluir al líder cocalero de las próximas elecciones de agosto.
Los principales choques violentos ocurrieron en Llallagua, un poblado minero en Potosí (suroeste), y en vías de Cochabamba (centro) que conectan con La Paz.
La policía llegó el miércoles a Llallagua, un poblado minero, para intentar desbloquear -sin éxito- la vía principal.
Ese día se reportó la muerte de tres policías por disparos de armas de fuego. Y este jueves se encontró el cadáver de un cuarto agente, identificado como Christian Calle.
El viceministro Jhonny Aguilera dijo en conferencia de prensa que el uniformado “fue secuestrado por una horda” que hizo explosionar un artefacto adherido por los manifestantes a su cuerpo.
Roberto Ríos, ministro de Gobierno (Interior), informó horas después que además un campesino murió en Cochabamba cuando manipulaba “un artefacto explosivo”.
De acuerdo con la estatal Administradora Boliviana de Carreteras, este jueves hay 19 puntos de bloqueo de rutas, menos que en días atrás.
La crisis institucional de Bolivia
El gobierno cree que Morales busca postergar la primera vuelta de las presidenciales previstas en agosto con el fin de poder concurrir como candidato, pese a que está impedido de hacerlo.
Un fallo de la justicia no permite más de una reelección presidencial. Morales ya dirigió Bolivia en tres ocasiones, entre 2006 y 2019.
El líder cocalero de 65 años se encuentra desde octubre de 2024 en el Chapare, su bastión político. Allí es protegido por decenas de campesinos de una orden de detención por un caso de trata de una menor, que Morales niega.