Para los investigadores sólo faltaría que caiga el que manipulaba los piolines. Ya cayeron Claudio y Facundo Albini, con pedido de detención (se entragarían entre el jueves y viernes) y acusados de recibir los $27 millones que recaudaba Chocolate Rigau por mes. Ahora la Justicia apunta al que sería cabeza del esquema de corrupción que, según el juez Guillermo Atencio, se habría quedado con $800 millones de las arcas de la Gobernación bonaerense.
"A los Albini van a tener que pegarles para que se callen. Lo primero que van a hacer cuando estén en cana es contar para quién trabajaban", ironiza ante Clarín un importante intendente peronista del GBA, que como la mayoría de sus colegas conocen muy bien cómo era (¿y sigue siendo?), la trama de robo "a mansalva" que consistía en quedarse con contratos de hasta $600 mil mensuales de ñoquis de la Legislatura bonaerense.
El hombre en cuestión sería un vecino del municipio de San Martín que escaló como muy pocos en la estructura de poder político bonaerense. Se llama Rubén Eslaiman y es el Vicepresidente de la Cámara de Diputados provincial.
En el teléfono de Chocolate, que la Fiscal Betina Lacki escudriñó con ahínco, había varios chats en los que el concejal massista Facundo Albini le recriminaba a Rigau que "rinda" los millones que sacaba con las tarjetas de débito de los ñoquis.
En algunas de esas comunicaciones, Albini habría hecho referencia a que un "superior" estaba esperando por ese dinero. Ahí es donde empezó a tomar forma la figura de Eslaiman.
Albini padre , Claudio, es subjefe de Personal de la cámara de Diputados. Es decir un inferior jerárquico de Eslaiman.
"Cada vez que teníamos que discutir los lugares en las listas, la voz de Sergio era el Turco Eslaiman. Tipo afable y de barrio. Pero miedoso para armar por sí mismo. Nunca tuvo autonomía. No tengo idea de esto que me decís sobre que estaría involucrado con el quilombo de Chocolate, lo que sí te puedo decir es que Rubén no mueve una uña sin autorización", le asegura a este diario un diputado provincial que en la pelea interna de La Cámpora lidia con tristeza la crudeza del enfrentamiento entre el Cuervo Larroque y Máximo Kirchner.
A Eslaiman le gusta vivir entre boliches bailables. Literal. En Juan Domingo Perón al 3.300, el Turco tiene un chalet entre dos discotecas muy conocidas de San Martín.
La justicia apunta a Eslaiman y tiembla el Massismo
También sería el dueño de una casa de cambios justo enfrente del boliche más conocido del Municipio, Soul Train. Queda sobre la calle Carrillo, a dos cuadras de la municipalidad, y lo manejaría la segunda de sus cuatro hijos, Natalia.
El lugarteniente de Sergio Massa en territorio bonaerense siempre se dedicó a la política y al sindicalismo. Durante años manejó las ambulancias de varias sedes del PAMI en San Martín, de la mano de Luis Barrionuevo y su ex esposa Graciela Camaño.
"La Negra (por Camaño) fue la que lo hizo ingresar al Frente Renovador. Cuando el Turco ganó su primera diputación, la traicionó y se le pegó a Massa. No le contestó a nadie más, salvo lo que le ordenaba Sergio. Su vida giro 180 grados", agregó.
La corrupción en la cámara desataría un escándalo nacional
"Desde ahí no paró de acumular poder y bienes, como el Audi A4 que se compró este año (en Mercado Libre lo ofrecen en US$ 70 mil)", cuenta alguien que militó "demasiado" con Eslaiman.
Salvo que se lo impida sus probables futuros problemas judiciales, a Eslaiman le pagaron bien su aporte en el peronismo provincial. En la últimas elecciones lideró la boleta de Diputado por Unión por la Patria.
Su hermano Adrián también lideró una boleta: la de concejales en la lista de La Cámpora de Hurlingham. Y su hijo Juan es concejal, también del PJ, en San Martín.
