Condenado por múltiples delitos, entre ellos violencia de género y abuso sexual, Claudio Contardi, exesposo de la modelo y conductora Julieta Prandi, fue finalmente trasladado a la Alcaidía N° 3 del complejo penitenciario de Melchor Romero, en la provincia de Buenos Aires. El lugar no es ajeno a los titulares: allí también cumplen condena los ocho rugbiers responsables del asesinato de Fernando Báez Sosa, ocurrido en enero de 2020 en Villa Gesell.
Contardi, quien recibió una pena de 19 años de prisión por los delitos cometidos contra Prandi y sus propios hijos, fue alojado en este centro penitenciario luego de un recorrido que incluyó varias dependencias policiales por cuestiones de cupo y seguridad. Inicialmente, fue retenido en la sede de la DDI Zárate-Campana tras ser condenado por un tribunal de Campana. Posteriormente, y ante la falta de lugar en las alcaidías de la zona, fue trasladado a una comisaría de Matheu, en el partido bonaerense de Escobar, destinada específicamente a agresores sexuales.
Este jueves por la mañana, el Servicio Penitenciario Bonaerense lo derivó finalmente a Melchor Romero, una cárcel de alta visibilidad mediática y con condiciones especiales para ciertos perfiles de internos. Desde el entorno penitenciario dejaron entrever que el empresario podría permanecer allí un largo tiempo, dado que no hay cupo inmediato en la Unidad N°41 de Campana, donde están los pabellones dedicados exclusivamente a violadores y condenados por delitos sexuales.
Lo que llama la atención, además de la severidad de la pena impuesta, es el destino compartido con los rugbiers que conmovieron al país entero con su accionar violento. Cinco de ellos purgan prisión perpetua y tres fueron condenados a 15 años como partícipes secundarios. Ahora, Claudio Contardi se suma a ese pabellón, lo que genera inquietudes sobre el perfil carcelario que se está formando dentro de ese sector de Melchor Romero.
