El debate entre los candidatos a jefes de Gobierno estaba anunciado para las 20, pero "empezó antes". Los presentadores de la TV Pública que tomaron la señal del Canal de la Ciudad analizaron algunos tópicos clave de la discusión que se venía en una especie de revival de 6,7,8: una ola de críticas e ironías destinadas a las políticas urbanas del oficialismo porteño.
A partir de las 20, el candidato de Juntos por la Patria, Leandro Santoro, fue el primero que intentó meterse de lleno en temas urbanos, pero el destino le jugó una mala pasada. No le andaba el micrófono. “Parece que no pueden gestionar un debate”, aprovechó Ramiro Marra, de La Libertad Avanza, para inaugurar el festival de chicanas.
Marra fue, en efecto, el candidato que más puso el foco en descalificar al kirchnerismo -sobre todo- y a la izquierda, en pos de su objetivo declarado en el comienzo: ser el candidato que ingrese eventualmente al ballotage contra el favorito a llevarse la mayoría de los votos, Jorge Macri.
Uno de los temas que más pasión generó fue el de la inseguridad. Hubo diagnósticos, pero pocas propuestas. Marra dijo que ellos van a hacer una cárcel. Vanina Biasi, del Frente de Izquierda, pidió ir por los problemas de fondo para evitar que haya más delitos. Macri hizo hincapié en la Policía con el uso de las Taser y en que la Justicia termine con la “puerta giratoria”. Santoro fue duro: “Palermo está detonado, en los últimos años tuvimos seis ministros de seguridad” y agregó que “el progresismo se tiene que ocupar de la seguridad”.
Otro tema clave fue el de los cortes de calle. Marra preguntó “por qué Juntos por el Cambio no hace nada contra los piqueteros”. Macri, como si hoy no perteneciera al oficialismo porteño, respondió: “Voy a ser implacable con los cortes de calle, el derecho de uno no puede estar contra el derecho del otro”.
Macri con uno de sus asesores durante el debate
En lo que casi todos estuvieron de acuerdo, con leves matices, fue en frenar las construcciones en altura en los barrios de casas bajas. Santoro propuso terminar con “la ciudad para los negociados inmobiliarios”. Biasi coincidió y dijo que “esta ciudad no creció en habitantes pero se cuadruplicó la población en las villas miseria”. Macri admitió que “el código urbano está alterando la fisonomía de muchos barrios de casas bajas, que eran residenciales y aparecen construcciones y se pierde la privacidad y la tranquilidad”. Marra ignoró el tema y prefirió, con algún delay, hablar sorpresivamente de que los piqueteros son “delincuentes”.
Sobre salud hubo poco y nada. Marra intentó poner el foco en los bonaerenses que vienen a atenderse a los hospitales de la Ciudad porque en la Provincia “el kirchnerismo no sabe administrar”, a lo que Macri le respondió que los bonaerenses que trabajan en la Ciudad también son vecinos. También reconoció que hay muchas demoras en los hospitales y propuso descentralizar las guardias para aliviar la demanda.
Santoro y su equipo en uno de los cortes que tuvo el debate
En educación, Santoro habló de “negociados con las viandas y la comida” y de que “14 mil millones de pesos se gastan en publicidad y 4.200 en infraestructura escolar. Hacen falta 22 escuelas infantiles y ampliar la oferta de jornada doble en el sur de la ciudad”. En su intento de entrar al ballotage, Marra lo cruzó: “Claramente no te importan los docentes, Santoro. La salud, la educación y la seguridad ganan poco, queremos que tengan mejores salarios. Los docentes ganan dos pesos con cincuenta por culpa de tu gobierno”.
En la cuestión del acceso a la vivienda hubo pocas ideas. Se centraron superficialmente en si la Ley de Alquileres sirve o no. Biasi le preguntó a Marra “cómo hace una familia hoy para alquilar”. Marra le respondió: “Nosotros no hablamos de alquileres, hablamos de crédito hipotecario. No hay crédito hipotecario porque nos hicieron pobres”.
Un tema que llamativamente quedó afuera del debate fue el de la cantidad creciente de personas que viven en la calle y la inseguridad que hay en los refugios oficiales, que hacen que gran parte de esa gente prefiera estar a la intemperie.
En vez de aprovechar el tiempo en propuestas para mejorarles la vida a los vecinos, el debate abundó en discusiones personales sobre “los negocios de Marra”, en frases como “el amor y la sensibilidad que merece la Ciudad” o la excusa final del candidato de Javier Milei: “Mis propuestas no las pude desarrollar hoy porque me acotaron con los tiempos. Las voy a subir a las redes sociales”.
