La Cámara de Diputados amaneció con un tablero político completamente reordenado luego de que tres representantes de Catamarca rompieran con Unión por la Patria y conformaran un nuevo espacio denominado “Elijo Catamarca”. El movimiento, impulsado por el gobernador Raúl Jalil, dejó al peronismo con la misma cantidad de bancas que La Libertad Avanza y generó un temblor que todavía no termina de acomodarse. En los pasillos del Congreso, la sensación dominante es que la paridad recién inaugurada podría durar poco, aunque nadie se anima a pronosticar cómo seguirá la película.
La salida de Fernanda Ávila, Sebastián Nóblega y Fernando Monguillot se formalizó con una nota presentada ante el presidente de la Cámara, Martín Menem, donde comunicaron la creación del nuevo bloque y detallaron su organización interna. Nóblega asumirá la presidencia del flamante espacio y Monguillot quedará a cargo de la secretaría, un reparto que terminó de sellar el despegue del trío del peronismo nacional.
La decisión no tomó del todo por sorpresa a quienes venían siguiendo las tensiones dentro de Unión por la Patria, pero sí generó un impacto inmediato en el conteo de fuerzas. Con esta jugada, tanto el oficialismo libertario como el peronismo quedaron ubicados en 94 bancas cada uno, condición que convierte a cualquier diputado suelto, indeciso o en proceso de revisión interna en un actor clave. En un Congreso marcado por acuerdos frágiles y negociaciones a contrarreloj, un solo voto puede definir mucho más que una sesión.
Dentro de Unión por la Patria continúan Claudia Palladino y Dante López Rodríguez, los dos legisladores catamarqueños que no acompañaron la ruptura. Según trascendidos, López Rodríguez permaneció en la bancada peronista influenciado por la exgobernadora Lucía Corpacci, histórica figura del peronismo local. Con este reacomodamiento, Catamarca quedó dividida en dos espacios en pleno proceso de redefinición política.
Un empate que nadie ve como definitivo
Si bien la paridad entre LLA y UxP fue la noticia más mencionada tras la irrupción de “Elijo Catamarca”, en los círculos internos del Congreso aseguran que el escenario podría modificarse en cualquier momento. Desde el oficialismo ya dejaban trascender que buscaban sumar un voto más antes de la sesión preparatoria, instancia clave en la que se definen cargos internos, autoridades y composición de las comisiones.
La paridad, entonces, aparece más como una foto del momento que como una situación estable. En el peronismo, las tensiones arrastradas desde hace meses —sobre todo por el peso de La Cámpora en la conducción del bloque— continúan generando incomodidad en sectores que reclaman un funcionamiento más flexible. La decisión catamarqueña se inscribe dentro de ese malestar y deja en evidencia que las provincias están retomando un protagonismo que había quedado relegado en los últimos años.
Gobernadores en movimiento y estrategias divergentes
La jugada de Jalil no estuvo aislada del clima político que atraviesan los mandatarios provinciales, especialmente los del Norte Grande. Gobernadores como Gustavo Sáenz, Osvaldo Jaldo y Hugo Passalacqua vienen marcando diferencias con el kirchnerismo y explorando estrategias propias frente al nuevo escenario nacional. La creación de “Elijo Catamarca” encaja con esa lógica: bloques más pequeños, con identidad provincial, que buscan negociar directamente con la Casa Rosada en lugar de quedar atados a posiciones nacionales.
En Salta, sin ir más lejos, se observa con atención este tipo de movimientos, ya que impactan de lleno en la dinámica regional y en la capacidad de las provincias para ejercer presión conjunta. La tendencia a priorizar agendas locales por sobre las imposiciones partidarias de Buenos Aires parece afianzarse, y la aparición de bloques provinciales puede convertirse en una constante durante este período legislativo.
La reconfiguración no se limita al peronismo. Otros espacios también atraviesan procesos internos que podrían derivar en nuevos alineamientos. Provincias Unidas, compuesto por representantes de Córdoba, Chubut, Corrientes, Jujuy y Santa Fe, transita una etapa de revisión luego de la reducción de bancas sufrida en las últimas elecciones. Ese armado, que se consolidó como una voz incómoda tanto para el oficialismo como para el peronismo, intenta recuperar volumen y ordenar sus prioridades.
Movimientos en la UCR y el posible interbloque opositor
La UCR, por su parte, evalúa integrar nuevos legisladores provenientes de Corrientes y Jujuy, aunque esas decisiones dependen, en gran medida, de las estrategias que adopten los gobernadores. Sin esos refuerzos, el bloque radical quedaría reducido a seis miembros, una cifra que lo obliga a revisar su papel dentro de la Cámara. Figuras como María Inés Zingarán, Jorge Rizzotti y Diógenes González esperan definiciones para saber si se sumarán a una bancada más amplia o si deberán moverse por fuera del esquema tradicional.
Entre los pasillos de Diputados ya circula una posibilidad: la conformación de un interbloque entre el PRO, la UCR y el MID, acuerdo que permitiría armar una tercera fuerza legislativa con volumen propio. De concretarse, ese espacio podría convertirse en árbitro frecuente de las votaciones y en un actor clave en las negociaciones con el oficialismo. Por ahora, todo sigue en estado de borrador, pero las conversaciones avanzan.
Una víspera marcada por el suspenso
A horas de la sesión preparatoria, el clima en Diputados se presenta cargado de especulaciones, reuniones discretas y llamados cruzados. Nadie quiere llegar a la votación sin tener asegurado un punto de apoyo, y cada bloque busca consolidar su número. La creación de “Elijo Catamarca” no solo dejó un empate inesperado, sino que volvió a poner sobre la mesa la importancia de los armados provinciales y la volatilidad del equilibrio político actual.
El movimiento encabezado por los legisladores catamarqueños también dejó al descubierto algo más profundo: la desconexión que sienten varios gobernadores con las estructuras nacionales, que consideran insuficientes para defender los intereses de sus distritos. Este giro hacia bloques con identidad local parece formar parte de un proceso más grande, donde las provincias vuelven a reclamar peso propio en un Congreso que atraviesa una etapa de intensas disputas.
Mientras tanto, en el búnker oficialista nadie descarta que en las próximas horas se sume un legislador más para romper la paridad. Tampoco se descarta lo contrario: que otros diputados, tanto de Unión por la Patria como de fuerzas provinciales, evalúen cambios de bancada según cómo terminen las negociaciones.
Lo cierto es que la irrupción de “Elijo Catamarca” cambió el mapa político en un momento crucial. Con una sesión preparatoria que definirá autoridades y lugares clave en las comisiones, cada voto se volvió más valioso que nunca. Y aunque la foto del día muestra un empate, los movimientos de fondo indican que el panorama seguirá cambiando.
En este ajedrez parlamentario, donde cada provincia busca su propio beneficio y cada bloque intenta no perder terreno, el nacimiento de un espacio provincial marca un precedente fuerte y deja abierta la puerta a nuevas reconfiguraciones. La política argentina, siempre dinámica, vuelve a demostrar que nada está escrito de antemano y que cualquier jugada puede alterar el equilibrio general.
El tablero quedó en tensión. Y todos, desde los gobernadores hasta los jefes de bloque, saben que lo que ocurra en las próximas horas puede definir el rumbo del Congreso durante los meses que vienen.