El incidente, que empañó la festividad en el oeste del Gran Buenos Aires, deja en vilo a sus seres queridos mientras las autoridades investigan el origen del proyectil.
En plena Nochebuena, cuando las familias del conurbano bonaerense se reunían para brindar y compartir, una bala perdida irrumpió en la celebración de una casa en Ramos Mejía, hiriendo gravemente a una nena de apenas 12 años. El hecho ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada, en un barrio donde los fuegos artificiales y los festejos son tradición, pero esta vez se mezclaron con el horror de la violencia armada. La menor fue atendida de urgencia en un hospital local antes de ser derivada a un sanatorio de mayor complejidad, donde permanece en estado crítico.
Los familiares, conmocionados por la situación, montan guardia en las puertas del centro médico en Ramos Mejía, aguardando novedades sobre la evolución de la chica. Mientras tanto, la policía busca pistas sobre el responsable, que aún no fue identificado, en un contexto donde las balas perdidas en fechas festivas son un flagelo recurrente en la provincia de Buenos Aires. Vecinos de la zona expresan su indignación, reclamando más controles para evitar que la Navidad se tiña de sangre.
Este tipo de incidentes en Nochebuena y Año Nuevo resaltan la necesidad de mayor seguridad en el conurbano, donde las celebraciones populares a menudo se ven opacadas por el uso irresponsable de armas. La nena, que debería estar abriendo regalos bajo el árbol, ahora depende de los médicos para superar esta pesadilla. La comunidad de Ramos Mejía se une en solidaridad, esperando que la justicia actúe rápido para que no se repitan estas tragedias en el corazón de la Argentina.
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