La Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados fue escenario de un fuerte cruce entre la diputada salteña Pamela Calletti y el kirchnerista Rodolfo Tailhade durante el debate por el pedido de desafuero contra Emiliano Estrada, también representante de Salta. La sesión, que tenía como foco las imputaciones por peculado y abuso de autoridad contra Estrada, se tornó tensa cuando Tailhade acusó a Calletti de usar la causa con fines políticos y ella respondió llamándolo “machirulo” en varias oportunidades.
La diputada de Innovación Federal, cercana al gobernador Gustavo Sáenz, exigió que se avance con el tratamiento del expediente judicial. Sin embargo, la discusión se descontroló con insultos y reproches cruzados que dejaron en evidencia la grieta entre el saenzismo y el kirchnerismo dentro del Congreso. Tailhade defendió a Estrada señalando que la Constitución protege a los legisladores de persecuciones políticas y calificó la iniciativa como una maniobra electoral.
El intercambio incluyó otros momentos tensos, como las descalificaciones hacia la diputada libertaria Juliana Santillán. Cuando Calletti retomó la palabra aclaró que el pedido de desafuero no tiene que ver con las declaraciones públicas de Estrada sino con su presunta responsabilidad en delitos de corrupción durante su gestión en Salta.
El bloque de Unión por la Patria respaldó a Estrada y acusó al oficialismo salteño de intentar silenciarlo con una persecución judicial disfrazada de procedimiento legal. En tanto, el debate quedó sin resolución, con un pedido para postergar la definición y con un clima enrarecido que se viralizó rápidamente en redes sociales.
Este episodio expone cómo los conflictos políticos locales en Salta se trasladan a la escena nacional, profundizando la tensión entre los sectores que responden a Sáenz y el kirchnerismo. La figura de Estrada, un legislador crítico del gobierno provincial, está en el centro de una disputa que mezcla causas judiciales y estrategias electorales, reflejando la compleja realidad política salteña.
Mientras tanto, la discusión en el Congreso deja una imagen de confrontación y desorden que preocupa a quienes esperan un debate más institucional y menos polarizado, especialmente en un contexto donde la provincia y el país enfrentan desafíos sociales y económicos importantes.
