María Lucrecia Arias tenía 51 años. El jueves por la noche, un grupo de ladrones intentaron robarle el auto cuando estaba llegando a su casa junto a su hija en la localidad de Castelar, partido de Morón, y uno de ellos le pegó un tiro que la mató casi al instante.
La víctima era empleada de Arcos Dorados, la empresa gastronómica propietaria de McDonald’s. Con 34 años de dedicación, Arias se destacó como “una profesional ejemplar” siendo líder en la zona oeste, más precisamente en la sucursal del barrio porteño de Caballito.
La noticia de su fallecimiento generó una respuesta inmediata por parte de Arcos Dorados, que expresó su solidaridad con la familia de Lucrecia y compartió su profundo dolor en un comunicado: “En Arcos Dorados nos solidarizamos con la familia de Lucrecia y expresamos nuestro profundo dolor por el fallecimiento de nuestra compañera. Estamos acompañando a su círculo cercano, familia y colegas, en estos difíciles momentos”.
María Lucrecia Arias se graduó como técnica superior en Administración de Empresas, e ingresó a McDonald’s de muy joven. Su primer puesto fue el de “crew”, el término que designa a los empleados que atienden en los locales.
A lo largo de su carrera fue ascendiendo, desempeñándose como consultora de operaciones en la zona oeste. Su última función consistió en supervisar varios locales, encargándose de gestionar aspectos vinculados a recursos, rentabilidad y otros temas operativos.
La pérdida de Lucrecia dejó un vacío no solo en sus familiares, sino también en el ámbito laboral, donde admiraban su dedicación y profesionalismo. “Mis condolencias a la familia de Lucrecia, una mujer muy empática, trabajadora y honesta. Arcos Dorados te va a recordar por ser tan excelente supervisora y tener bondad con los crew”, expresó uno de sus compañeros en sus redes sociales.
Así fue el crimen de María Lucrecia Arias
El dramático episodio ocurrió el jueves cerca de las 23:30 en la intersección de las calles San Nicolás y Salcedo, partido de Morón, cuando María Lucrecia Arias llegaba a su casa junto a su hija de 17 años. Fue sorprendida por cuatro delincuentes armados en un auto negro, que quisieron robarle su camioneta Suran.
Según las primeras informaciones, la víctima tardó en quitarse el cinturón de seguridad y los delincuentes le dispararon sin mediar palabra. Una bala le atravesó el pecho y murió en el acto. Los ladrones se dieron a la fuga.
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Vecinos contaron que escucharon dos disparos. Según se pudo establecer, la única cámara de seguridad de la cuadra estaba tapada por un árbol.
La Policía llegó a los pocos minutos al lugar junto a una ambulancia del SAME, pero solo pudieron constatar su muerte.
Desde la secretaría de seguridad del municipio se encuentran trabajando para esclarecer el hecho y detener a los prófugos.
La causa se encuentra a cargo de la fiscalía a cargo del fiscal Matias Rapazzo de la Unidad Funcional de Instrucción 7 de Morón, que dispuso la presencia de la Policía Científica en la escena para recopilar evidencias y pidió la revisión de las cámaras de seguridad para intentar establecer el recorrido de los asesinos.
