Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Modernización de la Nación, vivió un momento tenso este lunes en La Pampa, cuando fue recibido con gritos e insultos al llegar al aeropuerto de Santa Rosa. El funcionario había viajado para respaldar al candidato libertario Adrián Ravier en el cierre de su campaña electoral, acompañado por el diputado del PRO Martín Ardohain.
La escena, breve pero ruidosa, dejó en evidencia el malestar que generan las políticas de ajuste impulsadas desde el Gobierno nacional. Al descender del avión, la comitiva fue increpada por personas que manifestaron su rechazo, obligando al ministro a retirarse rápidamente del lugar.
Lejos de apaciguarse, la jornada continuó con más polémicas. El acto de campaña, realizado en el predio de la Sociedad Rural de Santa Rosa, se desarrolló bajo un fuerte cerco informativo. A periodistas locales se les negó el ingreso por no haber completado un formulario previo, una condición que no había sido anunciada públicamente. Además, se prohibió registrar imágenes o videos del evento, lo que generó críticas desde el ámbito de la prensa.
La visita de Sturzenegger había sido promocionada por el propio Ravier como un respaldo importante, destacando avances en conectividad aérea en la provincia. Sin embargo, el resultado fue un escenario de tensión y control, más que un acto político abierto.
Este tipo de episodios, cada vez más frecuentes en el interior del país, muestran el descontento de algunos sectores frente a la agenda económica y comunicacional del oficialismo. También ponen en evidencia el riesgo de seguir profundizando la desconexión entre el poder central y las realidades provinciales.
En Salta, donde también se sienten los efectos del ajuste, la mirada sobre este tipo de hechos es atenta. La reacción frente a Sturzenegger puede interpretarse como una señal del límite social ante políticas que, lejos de generar alivio, aumentan la incertidumbre en el día a día de miles de familias.
