En medio de tensiones con Javier Milei, la vicepresidenta Victoria Villarruel intensificó su presencia en el interior y volvió a alinearse con gobernadores regionales. Esta semana viajó a Catamarca para abrir la Fiesta Nacional del Poncho junto al gobernador Raúl Jalil, mientras que el mandatario nacional participaba del acto por el aniversario de la AMIA en Buenos Aires.
La gira federal incluye también otras provincias: a principios de julio estuvo en Tucumán, acompañada por la senadora Beatriz Ávila, y semanas antes había presidido los actos del Día de la Bandera en Rosario con figuras locales. En Catamarca, la recibieron con actos formales: almuerzo en Casa de Gobierno y recorrido por la feria de artesanías, donde destacó su cariño por la región y su compromiso cultural.
Este derrotero provincial marcó una clara distancia política. En la Fiesta del Poncho, Villarruel evitó pronunciarse sobre la interna con Milei cuando le preguntaron si había traicionado a sus votantes. También dejó saber que maneja una web propia –“Actualidad VEV”– que difunde su agenda institucional independientemente del Gobierno central. El distanciamiento creció tras las recientes votaciones en el Senado, donde Villarruel habilitó leyes de aumento a jubilaciones y fondos provinciales, contrariamente a la hoja de ruta de Alfredo Milei, lo que derivó en fuertes críticas desde la Casa Rosada, incluso llamándola "traidora".
