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JUJUY

Al remisero salteño lo asesinaron de siete puñaladas apenas salió de Pichanal

Un examen cadavérico preliminar arrojó que presenta heridas punzantes en tórax y cuello. La policía y la justicia jujeña tienen en sus manos el caso.

Al remisero salteño lo asesinaron de siete puñaladas apenas salió de Pichanal

Luego de un examen cadavérico realizado al cuerpo de Luis María Quesada (58), remisero oriundo de la localidad salteña de Pichanal, quien había desaparecido en Jujuy y que fue hallado sin vida el pasado domingo en Caimancito, trascendió que su cuerpo presenta siete heridas de arma blanca en la zona del tórax y cuello, y lesiones en las manos, que se habrían producido al defenderse.

 

Además, efectivos buscan intensamente a dos sujetos apuntados como los presuntos entregadores del vehículo de la víctima al apellidado Maraz, quien fue detenido en un terreno baldío del barrio El Triángulo de la ciudad de Libertador General San Martín, donde desmantelaron el rodado.

Cabe recordar que Luis María Quesada desapareció el 26 de marzo cuando partió en su automóvil Chevrolet Corsa junto a dos pasajeros desde la localidad salteña de Pichanal, de donde era oriundo, con destino a Perico.

Desde ese momento era intensamente buscado en esta provincia hasta que fue hallado asesinado el pasado domingo a las 17.30, en un camino interno de la localidad de Caimancito.

Si bien la investigación gira en torno a un estricto hermetismo, El Tribuno de Jujuy tomó conocimiento que el hallazgo se realizó tras el impacto de una comunicación al teléfono celular de Queseda, en un tramo de la ruta nacional 34 entre el Río Zora hasta la localidad de Yuto, por lo que se desplegó un operativo de rastrillaje.

De esa manera, los investigadores se percataron de la presencia del cuerpo de un hombre en avanzado estado de descomposición, y que posteriormente fue identificado como Luis María Queseda por sus familiares, en un camino interno de la localidad de Caimancito.

Posterior a las pericias de rigor en el lugar, donde también incautaron una gorra, el cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial de San Pedro y se aguarda que hoy se concrete la autopsia para conocer más detalles de la muerte del remisero.

Hay que recordar que el sábado pasado, los efectivos de la Brigada procedieron a la demora de un joven de 23 años de apellido Maraz, quien se encontraba en un terreno baldío del barrio El Triángulo de la ciudad de Libertador General San Martín desmantelando un automóvil, que luego de ser analizado cayeron en la cuenta que se trataba del Chevrolet Corsa de color verde oscuro que conducía Quesada.

En tanto, identificaron a dos hombres que son intensamente buscados por ser presuntamente quienes entregaron el automóvil de Queseda a Maraz para que lo guardara.

Estas dos personas serían las que quedaron filmadas en la estación de servicio de Pichanal, cuando Quesada cargó gas para salir al destino propuesto por los dos sospechosos.

La filmación de las cámaras de seguridad son elocuentes, porque muestran la vestimentas de los sospechoso, su contextura física y otros datos que los investigadores están entrecruzando con cámaras públicas de terminales de ómnibus y ciudades y pueblos cercanos al ramal jujeño.

En tanto la familia de la víctima, dijo que van a pedir que el caso no se cierre hasta hallar a los verdugos de Luis Quesada.

Mañana se practicará la autopsia

La fiscalía interviniente confirmó a la familia del remisero oriundo de Pichanal que la autopsia será mañana miércoles a la tarde. La esposa de la víctima identificó el cuerpo de Quesada, que había ingresado a la morgue sin ser identificado.

Datos recabados por nuestro diario, permitieron saber que poco antes de las 23 del domingo, por disposición de la fiscalía interviniente, el cuerpo de la víctima, en avanzado estado de descomposición, fue trasladado a la morgue del Centro Judicial de San Pedro.

Poco antes de las 15, la esposa procedió a identificar el cuerpo, constatando que se trataba efectivamente de Luis María Quesada (58).

Según averiguaciones realizadas por El Tribuno de Jujuy, se supo que Quesada trabajaba junto a otros compañeros transportando pasajeros en el cruce de Pichanal y siempre, cuando se dirigía hacia otras localidades, llevaba a personas conocidas.

La noche del martes, los compañeros de Quesada se retiraron y quedó solo en la parada. A las 22, se acercaron dos hombres, uno de contextura delgada, alto, con barba y tenía un tatuaje de una cruz en uno de los costados, en tanto que el otro, era delgado, de estatura baja y estaba con capucha.

Ambos solicitaron que los llevara hasta ciudad Perico, en Jujuy. El remisero dudó en aceptar porque nunca hacía viajes con extraños, pero lamentablemente necesitaba el dinero para el recambio de los neumáticos, por lo que aceptó llevarlos, ya que el domingo y el lunes no había generado ingresos.

Los sujetos entregaron la mitad del monto del viaje, 30 mil pesos, asegurando que el resto lo entregarían al llegar a Perico. El remisero se dirigió entonces a una estación de servicio y emprendieron el viaje.


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