La Cámara Federal de Casación Penal confirmó este martes la condena a prisión perpetua para David y Santiago Bejarano, hallados culpables del homicidio de Darío Monges. La decisión fue tomada de forma unánime por los jueces de la Sala II, quienes además validaron la absolución de Catalino Bejarano, padre de los acusados.
Los recursos presentados por la defensa fueron desestimados al no encontrarse arbitrariedades ni violaciones al debido proceso durante el juicio por el caso Monges. Asimismo, el tribunal avaló el uso del testigo de identidad reservada, aclarando que su testimonio no fue la única prueba determinante, ya que fue respaldado por un conjunto sólido de indicios.
Entre las pruebas clave se destacaron las grabaciones de cámaras de seguridad, impactos de antenas telefónicas, rastros genéticos de David Bejarano en el volante del vehículo y peritajes odorológicos. También se probó el secuestro de 174 gramos de marihuana fraccionada para la venta, lo que reforzó la hipótesis de que los hermanos Bejarano y la víctima mantenían vínculos con el narcomenudeo.
La jueza Ángela Ledesma, al emitir su voto, subrayó que si bien el juicio se centró exclusivamente en los autores directos del homicidio de Darío Monges, todavía quedan aspectos del caso sin esclarecer. “Debe seguir siendo investigada por la fiscalía la posible cadena de tráfico que ha surgido”, expresó, abriendo la posibilidad de una nueva causa judicial.
Durante las audiencias del juicio oral, el fiscal Eduardo Villalba ya había anticipado la necesidad de continuar las investigaciones, incluso mencionando un posible “Monges II”, que podría enfocarse en otros partícipes del entramado delictivo.
Con esta confirmación, se consolida uno de los fallos más relevantes en causas federales vinculadas al narcomenudeo en el norte argentino, aunque la causa aún no parece cerrada por completo.
