El juicio por el doble homicidio de los hermanos Roberto y Néstor Suárez, ocurrido en Coronel Moldes, avanzó este jueves con una jornada cargada de testimonios técnicos y personales que aportaron nuevos elementos a la investigación. La audiencia, encabezada por el juez Eduardo Sángari, contó con la participación del fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Gabriel González, quien representa al Ministerio Público Fiscal en este complejo proceso judicial.
En el banquillo se encuentran Michel Jesús Suárez —hijo y sobrino de las víctimas—, acusado de homicidio calificado por el vínculo, criminis causa y alevosía; y José María Enrique Chávez Herrera, imputado por dos homicidios calificados bajo la misma modalidad. Ambos enfrentan cargos en concurso real por hechos que conmocionaron a toda la comunidad de Coronel Moldes y al Valle de Lerma.
Un testimonio técnico que reconstruyó minuto a minuto la escena
La jornada abrió con la declaración de un criminalista del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), quien detalló el primer ingreso a la vivienda de los hermanos Suárez. Utilizando material audiovisual, el especialista explicó cómo, en horas de la noche, se realizaron las primeras tareas de reconocimiento en una escena marcada por la violencia del ataque.
Relató que inicialmente se halló uno de los cuerpos dentro de la casa y que, siguiendo un rastro de manchas de sangre, se descubrió el segundo cadáver en una zona del lavadero. Describió con precisión cada espacio relevado, los patrones de manchas, la ubicación de objetos y la disposición de los cuerpos, información clave para reconstruir la mecánica del hecho.
El criminalista también detalló el posterior análisis del automóvil de las víctimas, hallado en el ingreso a El Carril. Según explicó, se extrajeron indicios compatibles con los elementos encontrados en la vivienda, lo que permitió fortalecer la hipótesis de una secuencia delictiva planificada.
Además, el especialista participó en un allanamiento en la vivienda del acusado Chávez, donde se secuestró dinero en pesos y moneda extranjera, junto con otros objetos que podrían estar vinculados al caso.
Uno de los puntos más relevantes de su testimonio fue el hallazgo de llaves y elementos quemados en la zona este de la ciudad, entre ellos vasos, cubiertos, platos y precintos, que —según adelantó— presentan coincidencias con el material recolectado en la finca de los hermanos Suárez y en su vehículo.