El despliegue de efectivos de diversas fuerzas de seguridad en toda la ciudad de Tartagal fue incesante desde la mañana de ayer, cuando se disparó un megaoperativo tras el robo de una bebé recién nacida en el hospital Juan Domingo Perón.
Por fortuna, esta madrugada, autoridades policiales informaron que la bebé habría sido hallada, abandonada en un baldío cercano al barrio Roberto Romero, ubicado en la zona este del casco urbano de Tartagal, con síntomas de hipotermia, pero en buen estado de salud.
El alerta fue dado por un vecino que escuchó el llanto de la bebé en medio de una de las noches más frías del año. El propio padre fue el que reconoció a la bebé, tras el aviso del vecino que la halló en medio de un descampado.
La policía informó, que hasta el momento no hubo detenidos pero continúan con las investigaciones para dar con los autores del robo de la pequeña y su posterior abandono.
La alarma había surgido desde el propio hospital Perón, luego de que los padres de la bebé, quien aún no tenía nombre, advirtieran con horror que la niña había desaparecido de la cuna donde estaba junto a su madre, en una de las habitaciones del área de Neonatología.
