Las autoridades uruguayas siguen investigando el femicidio de Bárbara Prieto, ocurrido en la localidad de Rivera y que causó una fuerte conmoción en el país vecino.
La fiscal Alejandra Domínguez ya adelantó que pedirá la “pena máxima de 45 años” para el presunto asesino y violador de la futura maestra, Anderson Isaías Sosa Escotto, de 20 años.
Una noche de drogas y un crimen brutal
La funcionaria informó que las imágenes de las cámaras de vigilancia de la zona del crimen muestran que Sosa “estuvo toda la noche consumiendo drogas”, ya que se lo vio entrar y salir de lugares “señalados como bocas de venta” de estupefacientes.
Horas después, el hombre atacó a la joven estudiante por la espalda mientras caminaba hacia el instituto de formación docente donde cursaba. Tras un forcejeo, la arrastró a una zona baldía, donde abusó de ella.
Gracias a los registros de cámaras de seguridad, la policía detuvo a Sosa Escotto, que había intentado vender el celular de la víctima. Fue imputado por “un delito de homicidio muy especialmente agravado por haberse cometido con graves sevicias” y la Justicia dictaminó prisión preventiva.
El hombre se negó a declarar ante la Justicia. Fue imputado por “un delito de homicidio muy especialmente agravado por haberse cometido con graves sevicias” y la Justicia dictaminó prisión preventiva.
La fiscal Alejandra Domínguez explicó que Sosa abusó sexualmente de Prieto y que, antes de matarla, le infligió “varias heridas cortapunzantes” que provocaron “sufrimientos innecesarios”. Este tormento motivó que se incluyera en los cargos la agravante de sevicias. “Se formalizó por femicidio porque previamente existió una agresión sexual”, detalló Domínguez.
“Lamentablemente, la víctima estaba en el momento y en el lugar equivocado y se encuentra con una persona que tiene un total desprecio por la vida”, dijo la fiscal Alejandra Domínguez en rueda de prensa.
