La jornada de este martes en Caseros estuvo marcada por la fuerza implacable del viento zonda, un fenómeno típico en la región que encendió alertas y produjo incidentes materiales significativos. A eso del mediodía, una pared medianera de una propiedad situada en la calle Caseros al 700 cedió abruptamente, cayendo sobre un Fiat Uno que estaba estacionado justo al lado.
El ruido fue tan estruendoso que sorprendió a los vecinos y a quienes se encontraban en el lugar. “Se sintió un fuerte estruendo, seguido de mucho polvo que invadió la calle,” relató Sofía, empleada del comercio ubicado junto a la propiedad afectada.
Afortunadamente, no se reportaron personas heridas, pero la pared colapsada no pasó inadvertida: destruyó completamente un Fiat Uno y dañó otros dos vehículos. Pese a la magnitud del incidente, en ese momento había pocos autos estacionados, lo que evitó consecuencias más graves.
Sofía explicó que la pared era la medianera que separaba dos casas. “Los propietarios no permitían el ingreso para revisar el estado del muro, por lo que nadie pudo anticipar este derrumbe,” agregó.
Tras el accidente, los trabajadores intentaron comunicarse con el 911 para reportar el derrumbe, pero señalaron que la respuesta no llegó de inmediato. Mientras tanto, los dueños de los vehículos afectados llegaron al lugar para iniciar los trámites con sus seguros.
“Los propietarios ya están arreglando los daños entre ellos,” comentaron en el local afectado. Esto ayudó a calmar la tensión entre los vecinos, aunque la preocupación por las condiciones de las construcciones en la zona sigue latente.
