Un hombre fue detenido este martes en la zona sur de la ciudad de Salta, acusado de mantener en funcionamiento un geriátrico clausurado por orden municipal. La residencia, ubicada en barrio El Tribuno, alojaba a 16 adultos mayores pese a estar oficialmente cerrada desde hace meses por graves irregularidades.
El procedimiento fue ordenado por la Fiscalía Penal 3, que investiga el delito de violación de sellos oficiales, tras una denuncia impulsada por la Municipalidad de Salta. El allanamiento fue autorizado por el Juzgado de Garantías 8 del distrito Centro y se llevó a cabo con la participación de personal policial y de control municipal.
Durante la inspección, además de la detención del supuesto responsable del lugar, se procedió al secuestro de documentación y elementos de interés para la causa, que podrían probar que el establecimiento seguía operando pese a haber sido inhabilitado legalmente.
Condiciones irregulares y peligro para los residentes
La residencia ya había sido clausurada anteriormente por carecer de personal capacitado, no cumplir con las condiciones mínimas de higiene y seguridad, y poner en riesgo la salud de los adultos mayores internados.
Las fajas de clausura fueron removidas por los responsables, quienes decidieron continuar con la actividad ilegalmente, sin autorización y sin realizar ninguna mejora en las condiciones del lugar.
Por estas razones, la Justicia tomó la decisión de avanzar con el allanamiento y la detención del hombre identificado como el encargado del establecimiento. Además, por disposición de la fiscalía, se realizaron controles médicos a los 16 residentes, con el objetivo de verificar su estado de salud y garantizar su bienestar.
Desde el municipio se informó que ya se trabaja en la reubicación de los adultos mayores en residencias habilitadas, en coordinación con organismos provinciales y la Dirección de Gerontología.
La audiencia de imputación para el detenido se realizará este miércoles en la sede de la fiscalía, luego del control de legalidad correspondiente. La causa está caratulada inicialmente como violación de clausura y desobediencia judicial, aunque no se descartan nuevas imputaciones en caso de comprobarse otros delitos.
El caso generó preocupación entre familiares de residentes y vecinos del barrio, quienes aseguran haber advertido movimientos extraños en el lugar desde hace varias semanas. “Veíamos entrar y salir gente, pero pensamos que estaban haciendo limpieza”, comentó una vecina de la zona.
El municipio recordó que todo geriátrico o residencia para adultos mayores debe estar habilitado, contar con personal médico y de enfermería, y cumplir estrictamente con normas de bioseguridad, alimentación y atención psicológica.
