La jueza Carolina Sanguedolce le fijó al condenado las siguientes reglas de conducta por el lapso de dos años: fijar residencia y someterse al cuidado de un patronato; abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; prohibición de acercamiento y de ejercer actos de violencia verbal o física contra la denunciante; someterse a tratamiento médico o psicológico previo informe que acredite su necesidad y eficacia.
Todo ello con apercibimiento de revocarse el beneficio de la prisión en suspenso concedida.
La jueza ordenó además que se le realice al imputado examen para su inscripción en el Banco de Datos Genético Nacional y Provincial.
El sujeto fue denunciado por su expareja. La mujer relató que en una oportunidad se encontraba en su domicilio y el imputado ingresó sin autorización. Le dio un manotazo en la boca, la agarró del cuello y le tapó la boca con la mano.
Antes de irse, amenazó a la damnificada para que no llamara a la policía. Ese mismo día, el acusado cruzó en la calle a una amiga de la denunciante y le advirtió: “Ya la voy a agarrar a tu amiga y la voy a matar”.
