La esquina de Luis Burela y Caseros volvió a ser escenario de violencia cuando dos trapitos protagonizaron una pelea con cuchillos y amenazas frente a la Casona del Molino. El hecho ocurrió en plena mañana, en horario escolar y laboral, generando alarma entre vecinos, comerciantes y turistas que transitaban la zona.
Testigos relataron que la disputa surgió por el control de los espacios de estacionamiento y que uno de los involucrados portaba un cuchillo tipo faca. “Se amenazaban y gritaban, la gente cruzaba rápido para no quedar en el medio”, contó una vecina del barrio.
Según informó la Comisaría 5ª, al recibir el llamado al 911 los efectivos se desplazaron de inmediato, pero los agresores ya se habían dispersado. Se secuestraron palos y otras armas improvisadas utilizadas durante el enfrentamiento, mientras que las cámaras del sistema de Video Vigilancia registraron el incidente.
Vecinos y comerciantes señalaron que estos episodios son recurrentes. Algunos indicaron que una vivienda cercana funciona como punto de reunión de cuidacoches en situación de calle, donde consumen alcohol y descansan. “Cuando pelean, nadie se mete porque están fuera de sí”, expresó un residente.
El episodio volvió a evidenciar la falta de presencia policial en una zona de alto tránsito turístico y gastronómico. Comerciantes se quejaron de que estas situaciones afectan la imagen de Salta y generan miedo entre quienes visitan la Casona del Molino. “Si no les das plata, te insultan o te rayán el auto. La policía debería estar más presente para cuidar a vecinos y turistas”, reclamó un vecino.
La preocupación crece a medida que se acercan temporadas de mayor afluencia turística. Los habitantes del barrio insisten en que la Policía debe intensificar patrullajes nocturnos y controles permanentes para prevenir enfrentamientos y garantizar la seguridad en la zona. “Hoy pelearon entre ellos, pero mañana podría ser contra un visitante”, advirtieron.
Este hecho se suma a otros conflictos registrados en el centro de Salta en los últimos meses, marcando la necesidad de un plan que combine seguridad, prevención y contención social para las personas en situación de calle. Mientras tanto, vecinos y turistas esperan que se tomen medidas concretas para que la violencia deje de ser parte del paisaje cotidiano.
