El fiscal Penal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual 1, Federico Obeid, imputó provisionalmente a un hombre de 21 años por el delito de abuso sexual con acceso carnal.
Durante la audiencia, el hombre fue asistido por un defensor oficial y se abstuvo de declarar.
La intervención de la Fiscalía especializada en delitos sexuales inició luego de que una mujer denunciara que en la madrugada del sábado 26 de noviembre concurrió a un boliche bailable de la capital salteña con tres amigos. Allí festejaron el cumpleaños de uno de ellos y compartieron una galleta que contenía marihuana.
La mujer contó que luego de ingerirla comenzó a sentirse mal por lo que fue trasladada a la enfermería del local y luego se convocó a una ambulancia, determinando los médicos que debía ser trasladada al hospital. Sin embargo, uno de sus amigos la levantó de la camilla con la intención de llevarla al nosocomio en remís.
La víctima narró que lo próximo que recuerda es despertarse en la cama de una habitación con su amigo abusando sexualmente de ella. Aseguró que logró salir del lugar y buscar ayuda.
La Fiscalía ordenó distintas medidas a fin de investigar lo sucedido, tomando la determinación de detener al denunciado e imputarlo por el abuso sexual de la mujer.
El hecho
En el marco del cumpleaños de uno de sus amigos, la joven decidió sacar una galleta de marihuana para compartirla entre todos. Al cabo de algunas horas la joven comenzó a sentirse mal, según lo dicho por algunos testigos se encontraba alterada. Uno de sus amigos decidió acompañarla al fondo del boliche, a un patio al aire libre.
El malestar de la joven se agudizó con el correr de las horas y los amigos decidieron alertar a la gente del boliche. La mujer fue trasladada a la enfermería del mismo local, donde se quedó hasta finalizar el horario del bailable. Luego llegó una ambulancia para trasladar a la joven, pero uno de sus amigos, J.R. (21) decidió levantarla y subirla a un remise.
La denunciante sostuvo que a partir de ese momento no recuerda qué más pasó. En su relato señaló que cerca de las 7 se despertó en una cama, estaba boca abajo y tenía el pantalón y la ropa interior corridos. Arriba de ella estaba el acusado, J.R., quien semidesnudo había abusado de ella.
Sorprendida y a la vez que aterrada por la situación le reclamó a su amigo por su comportamiento, salió corriendo del lugar y el hombre la siguió durante unos 200 metros, para luego optar por retirarse tras los efusivos pedidos de la víctima, quien decidió llamar a otro de sus amigos.
Atormentada por lo que vivió en una noche de consumo de alcohol y estupefacientes, la mujer de 21 años decidió radicar la denuncia por violación. Personal policial se hizo presente y trasladó a la joven hasta la comisaría, y en el trayecto la damnificada dejó en claro que no mantiene ningún tipo de relación con el joven ahora acusado de abuso sexual con acceso carnal.
