En un tuit que rápidamente se viralizó en las redes sociales, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, expresó su visión sobre los resultados de las elecciones en Buenos Aires, donde el peronismo logró una victoria rotunda que resuena en todo el territorio argentino.
Sáenz, un referente del justicialismo norteño, llamó a escuchar el mensaje de las urnas con humildad y respeto, enfatizando la necesidad de dejar atrás el odio y enfocarse en construir un futuro compartido. Esta declaración llega en un momento clave para la política salteña y nacional, donde las provincias como la nuestra observan con atención los movimientos en el conurbano bonaerense.
El tuit del gobernador Sáenz, publicado en su cuenta oficial, no solo celebra el avance del peronismo en Buenos Aires, sino que lo enmarca en un contexto más amplio de advertencia al Gobierno nacional. "En las distintas elecciones provinciales, el mensaje de las urnas es un claro llamado de atención que el Gobierno nacional debe escuchar con grandeza, humildad, respeto y humanidad", escribió Sáenz, subrayando que estos comicios no son un hecho aislado, sino un eco de las demandas populares que se repiten en distritos como Salta, donde el justicialismo ha mantenido una presencia fuerte y arraigada. Para muchos en nuestra provincia, esta postura del gobernador refuerza la idea de que el peronismo, con su tradición de inclusión y trabajo territorial, sigue siendo una fuerza imparable en Argentina, especialmente en tiempos de incertidumbre económica y social.
En las distintas elecciones provinciales, el mensaje de las urnas es un claro llamado de atención que el Gobierno nacional debe escuchar con grandeza, humildad, respeto y humanidad.
— Gustavo Sáenz (@GustavoSaenzOK) September 8, 2025
No más discursos de odio, nada bueno puede construirse desde ahí. No volver al pasado, discutir…
La victoria en Buenos Aires, que según los datos preliminares muestra un peronismo consolidado con porcentajes que superan ampliamente a la oposición, ha sido interpretada por Sáenz como un recordatorio de que la política debe priorizar la construcción colectiva por sobre las divisiones. En Salta, donde el gobernador ha impulsado políticas de desarrollo regional enfocadas en el empleo, la educación y la salud, este mensaje resuena con particular fuerza. Acá en el norte, no somos ajenos a las batallas electorales; hemos visto cómo el peronismo, con su compromiso con los más humildes, ha sabido responder a las necesidades de la gente. Sáenz, que asumió el mando provincial en 2019 con un mandato renovado en 2023, sabe bien que las urnas hablan claro, y en esta ocasión, el triunfo bonaerense parece validar esa filosofía de escucha activa.
Pero vayamos al grano: ¿qué significa esta victoria para el panorama político argentino? En primer lugar, fortalece al peronismo como bloque opositor al Gobierno de Javier Milei, que ha enfrentado críticas por sus medidas de ajuste y liberalización económica. En Buenos Aires, la cuna de tantos líderes justicialistas históricos como Perón y Evita, el peronismo no solo retuvo terreno, sino que lo amplió con una campaña que apeló a los valores de justicia social y soberanía. Sáenz, en su tuit, no se limita a festejar; advierte contra los "discursos de odio" que, según él, nada bueno construyen. En Salta, donde el tono político suele ser más dialoguista y menos confrontacional que en el centro del país, esta llamada a la humanidad cala hondo. Pensemos en nuestras propias elecciones provinciales pasadas: en 2023, Sáenz arrasó con más del 50% de los votos, demostrando que el peronismo salteño, con su énfasis en el federalismo y el apoyo a las economías regionales como la agricultura y la minería, conecta con la realidad de la gente de a pie.
El gobernador continúa en su mensaje: "No más discursos de odio, nada bueno puede construirse desde ahí". Esta frase, cargada de un tono reflexivo y casi paternal, evoca las tradiciones del peronismo argentino, que siempre ha priorizado la unidad nacional sobre las peleas intestinas. En el contexto de Salta, donde la provincia ha lidiado con desafíos como la sequía, la inflación y la migración interna, Sáenz ha posicionado su gestión como un puente entre el norte y el sur del país. No es casual que elija este momento para opinar sobre Buenos Aires: la Provincia de Buenos Aires representa casi el 40% del padrón electoral argentino, y su influencia en el Congreso y en la distribución de recursos federales es innegable. Una victoria peronista allá arriba significa más oxígeno para provincias como la nuestra, que dependen de coparticipación y fondos para invertir en infraestructura, como las rutas que conectan Salta con el resto del NOA.
Profundizando en el análisis, el tuit de Sáenz también insta a "no volver al pasado, discutir el presente y construir el futuro, ese debe ser nuestro Norte". Acá, la mayúscula en "Norte" no es casual; en Salta, el norte no solo es geográfico, sino simbólico de una identidad regional fuerte, con sus valles fértiles, sus tradiciones folklóricas y su gente aguerrida. El gobernador, oriundo de General Güemes, ha hecho de esta idea de "Norte" un eje de su discurso, promoviendo proyectos como el desarrollo del litio en el Salar del Hombre Muerto o el impulso al turismo en la Quebrada de Humahuaca. En relación con las elecciones bonaerenses, este llamado al futuro se traduce en una propuesta para que el peronismo nacional se renueve, incorporando lecciones de provincias como Salta, donde el justicialismo ha sabido aliarse con sectores independientes para gobernar con estabilidad.