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Encuentro clave en Salta: Sáenz recibió al flamante ministro del Interior Lisandro Catalán

En uno de sus primeros viajes oficiales, Catalán escuchó reclamos por obras y convenios firmados en 2024.

Encuentro clave en Salta: Sáenz recibió al flamante ministro del Interior Lisandro Catalán

En uno de sus primeros viajes oficiales como ministro del Interior, Lisandro Catalán se reunió con el gobernador Gustavo Sáenz en Finca Las Costas, donde el mandatario salteño insistió en el respeto a los pactos firmados para impulsar obras y el crecimiento en la provincia.

 

El diálogo se da en un contexto de críticas por el veto a la ley de financiamiento y la necesidad de recomponer la relación entre el gobierno nacional y las jurisdicciones del interior.

En un sábado soleado en el Valle de Lerma, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, abrió las puertas de Finca Las Costas para recibir al flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán. Este encuentro, uno de los primeros oficiales del tucumano en su nuevo rol al frente de la cartera, marca un paso importante en la búsqueda de diálogo entre el gobierno de Javier Milei y los mandatarios provinciales, especialmente en un momento de tensiones por el financiamiento y las obras pendientes en el interior del país. Sáenz, con su estilo directo y ceñido a la realidad salteña, no anduvo con rodeos: le planteó a Catalán la urgencia de cumplir con los acuerdos rubricados en junio del año pasado, esos que son pilar para el avance económico y social de la provincia.

 

La reunión se enmarcó en la agenda de recomposición que impulsa el presidente Milei a través de la Mesa Federal de Diálogo, convocada tras el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario y en respuesta a las declaraciones fuertes de varios gobernadores, incluido el salteño, quien en días previos había comparado a los aliados iniciales del gobierno con "palomas de iglesia" en lugar de "leones", al sentirse traicionados por el incumplimiento de promesas. En Salta, donde el impacto de la economía nacional se siente con fuerza en el campo, la industria y las familias humildes, este tipo de encuentros son vitales. Sáenz, siempre con el norte en "primero los salteños", dejó claro que no se trata solo de charlas, sino de acciones concretas que beneficien a la gente del NOA.

Catalán, nacido en San Miguel de Tucumán en 1971 y un cuadro de La Libertad Avanza con trayectoria en el peronismo y el macrismo, asumió el Ministerio del Interior apenas unos días atrás, el 10 de septiembre, en un movimiento del gobierno nacional para reactivar el vínculo con las provincias. Antes, había sido subsecretario y vicejefe de Gabinete, roles en los que ya había lidiado con la transición de gobierno y las negociaciones con jefes distritales. Su designación, anunciada por el jefe de Gabinete Guillermo Francos junto al ministro de Economía Luis Caputo, busca "retomar el diálogo con gobernadores afines", según el comunicado oficial. Pero en Salta, el término "afines" resuena con matices: Sáenz, peronista independiente, fue uno de los primeros en apoyar a Milei en el Congreso, pero las decepciones por fondos no enviados y obras paralizadas han enfriado esa relación.

Durante el encuentro en Finca Las Costas, un lugar emblemático para Sáenz que evoca la tradición salteña de hospitalidad y trabajo en el campo, el gobernador enfatizó la necesidad de que las decisiones nacionales consideren la diversidad del país. "Le solicité que, al momento de definir políticas, se tenga en cuenta la realidad de cada provincia, porque acá en el norte no es lo mismo que en Buenos Aires o en el sur", habría transmitido Sáenz, según fuentes cercanas al gobierno provincial.

Los acuerdos de junio pasado, firmados en el marco de una mesa de trabajo federal, incluyen compromisos por millones de pesos en infraestructura vial, como la pavimentación de rutas clave en el Valle Calchaquí y el Corredor del Gran Salta, además de fondos para salud y educación en zonas rurales. En Salta, donde el turismo y la agricultura son motores económicos, estos pactos no son mera formalidad: representan empleo para miles de salteños y el desarrollo de comunidades que luchan contra la pobreza y el aislamiento geográfico.

El contexto de esta reunión no es aislado. En las últimas semanas, el gobierno de Milei ha enfrentado un vendaval de críticas de parte de gobernadores del interior, impulsados por el ajuste fiscal y la demora en transferencias de coparticipación. Sáenz, en particular, ha sido vocal: en declaraciones recientes, apuntó que los que apoyaron desde el arranque al presidente ahora se sienten como "palomas de iglesia", mansos y decepcionados, en vez de los "leones" que esperaban ser. Esta metáfora, cargada de la pasión norteña, refleja el malestar en Salta, donde la sequía reciente afectó al tabaco y la vid, y donde las familias esperan que Nación no olvide las necesidades del NOA. El veto a la ley de financiamiento, que impacta directamente en universidades como la UNSa, agravó el panorama, y la Mesa Federal surge como un intento de calmar las aguas.

Desde el lado de Catalán, el viaje a Salta es parte de una gira incipiente por el interior. Antes, el 12 de septiembre, se había reunido con el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, en su tierra natal, para discutir temas similares. Y en los días previos, en Casa Rosada, había recibido a mandatarios como el chaqueño Leandro Zdero y el mendocino Alfredo Cornejo. El ministro, abogado con posgrado en Gestión Pública y experiencia en el Banco Provincia durante la gestión de Daniel Scioli, sabe que su rol es de puente.

En su primer mensaje como titular de Interior, reafirmó el compromiso con "fortalecer instituciones y avanzar en una Mesa Federal de diálogo que represente a todos los argentinos". Pero en Salta, el diálogo no basta: Sáenz acompañó su anuncio del encuentro con una cita de "La Argentina que yo quiero", de Los Chalchaleros, esa zamba que tanto resuena en las peñas salteñas: "Queremos convivir, pero independientes. Dispuestos a servir, pero no sirvientes. No haremos un futuro de paz ni de justicia real si no empezamos a hablar de igual a igual". Y remató con el lema de su frente electoral para octubre: "Primero los salteños".Esta frase no es casual.

En Salta, donde la política se vive con intensidad y el folklore es parte del ADN, Sáenz usa estas referencias para conectar con la gente. Los Chalchaleros, oriundos de la provincia, simbolizan la identidad norteña, y su canción evoca un federalismo genuino, lejos de centralismos porteños. El gobernador, que asumió en 2019 con un discurso de unidad y desarrollo, ha navegado entre alianzas nacionales y defensa local. Apoyó la Ley Bases y el DNU inicial de Milei, pero el incumplimiento de obras como el gasoducto Néstor Kirchner o la ampliación de la ruta 68 ha generado roces. En la provincia, con más de 1,4 millones de habitantes, el 40% en el Gran Salta, las expectativas son altas: se necesita inversión en turismo, con sitios como la Quebrada de Humahuaca o el Tren a las Nubes, y en agroindustria, golpeada por la inflación y la falta de subsidios.

La repercusión de las palabras de Sáenz trascendió las fronteras provinciales. En el ámbito nacional, su postura se inscribe en un coro de reclamos de gobernadores como el de Chubut, Ignacio Torres, o el de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, que exigen fondos adeudados y mayor autonomía fiscal. En Salta, esto se traduce en preocupación por el presupuesto 2026, que Milei presentará el 15 de septiembre en cadena nacional. La provincia depende en gran medida de la coparticipación, y cualquier recorte afecta servicios esenciales como la salud en el interior, donde hospitales como el de Tartagal o Orán atienden a poblaciones vulnerables. Catalán, en su rol, deberá mediar para que Salta no quede relegada. Fuentes del gobierno provincial indican que en la reunión se tocaron temas como la distribución de fondos para seguridad, en un contexto de aumento de delitos en zonas urbanas, y el apoyo a pymes salteñas afectadas por la recesión.

Mirando hacia adelante, este encuentro podría ser el inicio de una nueva etapa. Sáenz, con su experiencia como intendente de Salta capital y su base en el peronismo federal, no busca confrontación, sino soluciones. "Hablemos de igual a igual, como salteños que somos, con el mate en la mano y la verdad por delante", parece ser el mensaje implícito. Catalán, por su parte, lleva el mandato de Milei de priorizar "gobernadores afines", pero en la práctica, Salta representa un desafío: un aliado inicial que ahora pide cuentas. En el NOA, donde la solidaridad regional es clave, este diálogo podría extenderse a Jujuy o Tucumán, fortaleciendo un bloque federal que presione por más recursos.

En resumen, la visita de Catalán a Finca Las Costas no fue solo un trámite protocolar, sino un llamado a la acción. Para Salta, con su rica historia de gauchos y peñistas, de valles fértiles y alturas imponentes, el cumplimiento de acuerdos significa progreso real: rutas que conecten productores con mercados, escuelas que formen a los jóvenes y hospitales que salven vidas. Sáenz lo sabe, y por eso insiste en "primero los salteños". El ministro, con su bagaje de negociador, tiene ahora la pelota en su cancha. El tiempo dirá si este puente se consolida o si las tensiones persisten, pero en la provincia del sol, la esperanza de un federalismo verdadero sigue viva, como una chacarera en la noche salteña.


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