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FUERTES DECLARACIONES

Fabiola Yáñez habló de una relación “muy íntima” entre Alberto Fernández y Viviana Canosa y desató nuevas polémicas

La ex primera dama volvió al centro de la escena con fuertes afirmaciones sobre la vida privada del expresidente.

Fabiola Yáñez habló de una relación “muy íntima” entre Alberto Fernández y Viviana Canosa y desató nuevas polémicas

La reaparición pública de Fabiola Yáñez generó un fuerte revuelo político y mediático al revelar detalles sobre la supuesta relación que Alberto Fernández habría mantenido con la periodista Viviana Canosa. Las declaraciones, realizadas en una entrevista televisiva, apuntaron directamente a la intimidad del expresidente y alimentaron nuevamente las tensiones que rodean su figura desde que dejó el poder. En un contexto donde las internas políticas siguen latentes y los vínculos entre dirigentes y comunicadores suelen quedar bajo la lupa, los dichos de la ex primera dama encendieron el debate y sacudieron el ambiente público.

Durante la conversación con Ángel de Brito en el programa LAM, Yáñez presentó su mirada sobre sucesos ocurridos durante la presidencia de Fernández, incluyendo situaciones personales que, según explicó, marcaron su vida familiar y su rol institucional. Allí habló de una relación “muy cercana e íntima” entre el exmandatario y Canosa, y aseguró que las interacciones entre ambos superaban el plano estrictamente profesional. Estas afirmaciones no sólo reactivaron viejas especulaciones sobre la vida privada de Fernández, sino que además volvieron a situar a Canosa en el centro de una controversia que la acompañó durante años.

Según el relato de Yáñez, la conexión entre el expresidente y la periodista era mucho más compleja de lo que se reflejaba públicamente. Aunque Canosa se había mostrado como una de las voces más críticas del gobierno, especialmente en 2020, la ex primera dama sostuvo que existía un vínculo previo que incluía encuentros, conversaciones frecuentes y un grado de cercanía que, a su entender, se hacía evidente en cada entrevista realizada durante la campaña presidencial. Para Yáñez, aquellas notas televisivas exhibían una familiaridad que desentonaba con la imagen profesional que suelen transmitir las entrevistas políticas, al punto de calificarlas como “vergonzosas”.

Estas declaraciones reavivan una polémica que ya había tenido antecedentes públicos. En 2019, Mirtha Legrand insinuó en televisión una supuesta relación especial entre Canosa y Fernández, comentario que en su momento fue ampliamente debatido. La periodista negó rotundamente cualquier vínculo sentimental, incluso con frases tajantes que marcaron la agenda de ese ciclo electoral. Sin embargo, para Yáñez, esa negación contrastaba con actitudes y situaciones que ella misma había observado en el entorno del entonces candidato.

El vínculo, según su versión, se habría deteriorado en el primer año de gobierno a partir de un pedido que, siempre de acuerdo a lo relatado por Yáñez, Canosa le habría hecho al presidente: la conducción de la Secretaría de Comunicación. Al recibir una negativa, la periodista habría roto el trato cordial y pasado rápidamente a un rol de oposición frontal. Esta interpretación refuerza la idea de que el distanciamiento no se debió a desacuerdos ideológicos sino a un choque personal que, para Yáñez, explicaría la dureza de las críticas posteriores.

Más allá de lo estrictamente político, las declaraciones de Yáñez se produjeron en medio de un contexto particular para ella. Tras varios meses alejada de la escena pública, reapareció en televisión en un momento en el que también enfrenta una causa judicial por violencia de género contra Alberto Fernández. La ex primera dama aseguró que decidió hablar para “contar su verdad” y aclarar aspectos de su relación con el expresidente que, según dijo, habían sido ocultados durante años. Su relato mezcla vivencias personales, observaciones sobre la dinámica del poder y revelaciones sobre episodios íntimos que, desde su perspectiva, forman parte de la historia no contada del período presidencial.

En el tramo final de la entrevista, Yáñez fue consultada sobre si Fernández había reconocido alguna de las supuestas relaciones paralelas mencionadas, tanto con Canosa como con otras mujeres que ella afirmó conocer. La respuesta fue categórica: “Él nunca reconoció y no va a reconocer nada”. Con esa frase cerró un capítulo que, lejos de agotarse, abre nuevas interpretaciones sobre la vida política y personal del expresidente.

El impacto de estas declaraciones se siente en varios frentes. En lo político, porque vuelven a colocar a Alberto Fernández en el centro de una controversia mediática en momentos en que su figura ya venía siendo cuestionada dentro del propio peronismo. En lo mediático, porque la mención explícita a Viviana Canosa vuelve a encender el debate sobre el rol de los periodistas en la política argentina y los límites entre la cercanía profesional y los vínculos personales. Y en lo social, porque la entrevista expone nuevamente la compleja relación entre vida privada y cargos públicos, un tema sensible que suele generar repercusiones amplias e inmediatas.

La entrevista completa de Yáñez generó reacciones diversas en redes sociales y en espacios políticos, donde algunos consideraron sus dichos como un intento de transparentar situaciones que estuvieron ocultas durante la presidencia, mientras que otros los interpretaron como parte de un conflicto personal trasladado al ámbito público. Lo cierto es que sus declaraciones no pasaron desapercibidas y forman parte de un capítulo más en la extensa trama de tensiones, especulaciones y acusaciones que rodean a las figuras que ocuparon roles centrales en el gobierno nacional.

Mientras tanto, ni Alberto Fernández ni Viviana Canosa realizaron comentarios inmediatos tras la difusión de la entrevista, lo que dejó aún más espacio para que la discusión creciera entre analistas, dirigentes y usuarios de redes. En una escena política argentina acostumbrada a los cruces mediáticos y a las declaraciones explosivas, las palabras de Yáñez se suman a un clima donde lo público y lo privado se entrelazan constantemente, generando debates que trascienden lo personal y se instalan en la conversación nacional.

Con este nuevo episodio, Fabiola Yáñez vuelve al foco de atención tras un prolongado silencio, y deja abierta una serie de interrogantes sobre su vínculo con el expresidente, las tensiones que atravesaron su relación y la influencia que tuvieron esas dinámicas en el ejercicio del poder. Lo que queda claro es que sus palabras reavivaron una polémica que promete seguir generando repercusiones en los próximos días, tanto en el ámbito político como en el mediático.


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