El intendente de Orán, Pablo González es investigado por supuesta malversación de fondos.
Aún faltan tres meses para el cambio de mando y para el intendente electo, Baltazar Lara Gros, el panorama es mucho más complicado de lo previsto.
Por estas horas el jefe comunal es investigado por supuesta malversación de fondos: el próximo 10 de diciembre entregaría el municipio con una deuda -a hoy- equivalente a $1000 millones. Pero eso no sería todo.
A esos $1000 millones se sumarían otros $600 millones en concepto de pago a proveedores, con quien González mantendría otra cuantiosa deuda.
La situación se hace aún más preocupante ya que no solo preocupan los números en rojo. También, el estado del parque automotor del municipio, que estaría destruido.
En las últimas semanas, la concejal Alejandra Pato fue la única que se animó a levantar la voz y hacer públicas estas serias irregularidades. Pato denunció al intendente Pablo González ante la fiscalía penal n°3 por incumplimiento a los deberes de funcionario público, ocultamiento y adulteración de datos públicos.
La denuncia penal fue presentada luego de un pedido de informe solicitado por el Concejo Deliberante, donde se pidió la discriminación de la planta política. Pasando en limpio, la concejal Pato sospecha que el intendente González asignó sueldos “abultados” superiores a sus haberes como jefe comunal, pero aclaró que, sin embargo, no es lo que realmente cobran de bolsillo. Por ejemplo, al director de Tránsito se le designó un salario de $366 mil, pero en la realidad percibe mucho menos. La supuesta irregularidad fue advertida y denunciada por falta de transparencia en la información.
Y a la larga lista se le sumarían las ocho designaciones de cargos en el Concejo Deliberante cuyas personas son desconocidas. Asimismo, los salarios que cobran. No obstante, en Orán se erogaría una partida de $33 millones mensuales, solo para pagar sueldos de la planta política.
