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SORTEO DE LA COPA MUNDIAL

Javier Milei y Donald Trump compartirán palco en el sorteo del Mundial 2026 en Washington

El presidente argentino participará junto al expresidente norteamericano en el evento que definirá los grupos del Mundial de Fútbol.

Javier Milei y Donald Trump compartirán palco en el sorteo del Mundial 2026 en Washington

El presidente argentino Javier Milei protagonizará un momento histórico al compartir el palco presidencial con Donald Trump durante el sorteo de la Copa Mundial de Fútbol 2026, que se realizará el próximo 5 de diciembre en el Kennedy Center de Washington D. C. La presencia conjunta de ambos líderes en un escenario tan relevante llama la atención, tanto por su peso simbólico como por las implicancias políticas y deportivas para Argentina.

En el evento —que marcará el inicio formal de la organización del Mundial que tendrá como sedes a Estados Unidos, México y Canadá—, se espera que solamente dos presidentes ocupen el palco exclusivo, y los elegidos son Milei y Trump. Se trata de una decisión poco convencional que resalta la relación diplomática y política que ambos dirigentes han cultivado, y que ahora se proyecta ante el mundo en el marco de un acontecimiento deportivo de primer nivel.

El sorteo definirá cómo se integrarán los 12 grupos entre las 32 selecciones clasificadas, y tendrá lugar en un escenario emblemático: el Kennedy Center, centro cultural de prestigio que alberga la Orquesta Sinfónica Nacional y la Ópera Nacional de Washington. Con capacidad para más de 2.400 personas, la sala de conciertos proyecta solemnidad y relevancia internacional para un evento que trasciende el deporte.

Para Argentina, esta participación del presidente no es simplemente protocolar. Milei mostrará su figura en un contexto global, donde el fútbol es uno de los idiomas más universales. Su presencia junto a Trump dota de visibilidad internacional a su gobierno, y puede interpretarse como un guiño simbólico hacia ciertas alianzas ideológicas y geopolíticas. En un momento en el que la política argentina vive tensiones internas y desafíos económicos, un acto de esta magnitud es también una oportunidad para reforzar su perfil en el escenario mundial.

Desde una mirada local, en Salta y el resto del país se esperan reacciones diversas. Sectores críticos podrían ver con preocupación que el presidente se mezcle con figuras polémicas del panorama internacional, mientras que sus seguidores valorarán la plataforma como una demostración de liderazgo y proyección global. Muchos salteños, por ejemplo, seguirán el sorteo con interés no sólo por el aspecto deportivo, sino para analizar cómo se posiciona el país bajo la gestión actual frente a escenarios internacionales de alto impacto.

El Mundial 2026 será, además, un hito histórico: es la primera vez que tres países albergan la Copa del Mundo de la FIFA, lo que añade complejidad y magnitud al torneo. Con 104 partidos programados, el campeonato arrancará el 9 de junio de 2026 y se extenderá hasta el 19 de julio, cuando se dispute la final. Esta edición representa también una enorme oportunidad comercial, económica y turística para los organizadores, y la participación activa de Argentina desde el inicio es un mensaje fuerte.

Más allá del sorteo, el acto del 5 de diciembre podría tener ramificaciones diplomáticas: la presencia presidencial en un evento deportivo de primer orden refuerza la idea de que el deporte y la política muchas veces van de la mano. Para el Gobierno argentino, esto puede servir como un gesto hacia los mercados internacionales, inversionistas y socios estratégicos, a la vez que intenta mostrar a Argentina como un actor relevante no sólo en el ámbito futbolístico.

Sin embargo, no todos verán con buenos ojos esta alineación. Críticos del presidente podrían cuestionar el simbolismo de compartir un palco exclusivo con Trump, cuya figura aún genera debates divisivos. Para ellos, el gesto podría representar una apuesta ideológica arriesgada, cargada de connotaciones más políticas que deportivas. En cambio, quienes apoyan a Milei podrían interpretarlo como un despliegue estratégico para reforzar su marca personal y posicionarse internacionalmente.

Desde lo institucional, la organización del Mundial y la FIFA pondrán lupa sobre el evento, ya que es una oportunidad para proyectar transparencia, solemnidad y profesionalismo en la ceremonia de sorteo. No será una simple reunión protocolar: habrá mucha prensa internacional, cobertura mediática global y expectación por conocer cómo se distribuirán los grupos, qué cabezas de serie correrán, y cuáles serán los posibles choques más atractivos para aficionados y selecciones.

Por otro lado, para la dirigencia del fútbol argentino es una instancia para reforzar vínculos con organismos globales y mostrar que el país está comprometido con el torneo desde las máximas esferas del poder. La presencia presidencial puede leerse como un aval político a la Selección nacional y como una señal de que Argentina aspira a estar a la altura de los grandes actores del fútbol mundial.


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