La Cámara de Diputados de Salta vive días agitados, marcados por despedidas, balances y movimientos internos que reconfiguran por completo el escenario político provincial. El 24 de noviembre asumirán los nuevos legisladores surgidos de las elecciones de mayo y, con su llegada, más de veinte diputados dejarán sus bancas, dando paso a una de las renovaciones más amplias de la última década. La salida de tantos representantes impacta directamente en la capital, los Valles Calchaquíes, el norte provincial y las zonas más postergadas del territorio, donde los cambios de nombres también suponen nuevos liderazgos y expectativas locales.
En estas semanas previas al recambio, los pasillos de la Legislatura se llenan de abrazos, carpetas que se cierran y discusiones políticas que buscan ordenar el futuro inmediato. Algunos diputados recibieron el respaldo para mudarse a otros cargos, otros regresarán a sus municipios de origen y varios terminarán su ciclo legislativo sin continuidad, ya sea por decisión propia o por falta de apoyo en las urnas. Este reacomodamiento abre una nueva etapa para la Cámara Baja, que desde diciembre tendrá otra composición y, probablemente, nuevas dinámicas internas.
Un adiós para muchos después de años de actividad legislativa
El recambio golpea especialmente a los departamentos del norte y del Valle, pero también redefine la representación de la capital salteña. En algunos casos, se trata de figuras con larga trayectoria; en otros, de legisladores que cumplieron un único período y ahora se alejan de la actividad en la provincia.
Entre quienes cerrarán su ciclo legislativo se encuentra Moisés Balderrama, representante de Rivadavia, que decidió no presentarse a la reelección y concluye su mandato este año. Su salida deja en suspenso el liderazgo territorial en una zona atravesada por desafíos sociales profundos, especialmente en materia de salud y acceso al agua.
Otro caso emblemático es el de David Leiva, quien deja su banca provincial para volver al Concejo Deliberante de Salta capital, donde obtuvo un nuevo mandato. Su regreso al ámbito municipal reacomoda el mapa político en la ciudad y refuerza su rol como dirigente con fuerte llegada a los barrios.
También se despide Bernardo Biella, legislador por Capital, quien ya tiene rumbo nacional: ocupará una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. Su salto al Congreso marca uno de los movimientos más resonantes del recambio, ya que se suma al reducido grupo de dirigentes salteños que lograron proyectarse a nivel nacional.
En Cachi, Federico Cañizares optó por no buscar la renovación, dejando un espacio para nuevas figuras del Valle Calchaquí. En Orán, Carolina Ceaglio, referente de Igualar, no logró continuidad tras su candidatura. El departamento de Orán, una de las regiones con mayor movimiento político del norte, sufrirá varias salidas simultáneas, entre ellas las de Ramona Riquelme, Gloria Seco y la ya mencionada Ceaglio.
En tanto, Roque Cornejo Avellaneda, actual diputado por Capital, no se retira de la función pública: asumirá como senador provincial, en un salto que podría fortalecer su presencia dentro del oficialismo legislativo.
Luego de dos períodos consecutivos, Isabel De Vita también finaliza su camino en la Cámara Baja, al igual que María Cristina Frisoli, quien había ingresado representando a Salta Independiente. Ambas dejan vacantes que serán ocupadas por dirigentes jóvenes y con perfiles distintos, lo que apunta a renovar la agenda legislativa.
Otro nombre que cierra ciclo es el de Pablo Gómez, de Rosario de la Frontera, que como varios de sus pares decidió no competir en mayo. Lo mismo ocurre con Marcela del Valle Leguina en Anta, una región donde el recambio es especialmente fuerte porque también se van Marcelo Paz y otros dirigentes que perdieron apoyo en sus departamentos.
La lista de quienes buscaban renovar sin éxito incluye a Nancy Jaime, Sebastián Otero, María del Socorro Martínez y Sofía Sierra, esta última del PRO, que intentó saltar al Senado provincial pero no logró imponerse en la interna. En varios casos, la falta de continuidad estuvo marcada por reconfiguraciones internas, pactos territoriales o simples cambios en las preferencias del electorado.
Más resignados a dar un paso al costado están quienes directamente no se presentaron: Gladys Paredes, médica reconocida del departamento San Martín, que ahora podría volver a la atención sanitaria en el norte; Ricardo Vargas, de Iruya, y Santiago Vargas, también del departamento San Martín, que quedó afuera de las listas de su sector político.
Entre los capitalinos, también dejan sus bancas Juan Esteban Romero y Juan Roque Posse, dos figuras con trayectorias diferentes pero con peso dentro de sus espacios. Su salida abre una disputa interna por el control del territorio en la ciudad, donde el electorado viene mostrando cambios de humor y nuevas demandas.
Finalmente, Víctor "Vitín" Lamberto cierra su etapa como diputado, aunque no se aleja de la gestión pública: pasará al Concejo Deliberante, donde buscará consolidar su presencia barrial en la capital.
Una Legislatura que cambia de mirada
La salida de tantos diputados no sólo representa un cambio de nombres. También implica una renovación en las miradas políticas y en las prioridades que llegarán al recinto desde diciembre. La Cámara Baja será un espacio con más diversidad territorial y con figuras que llegan tras haber hecho campañas intensas en sus departamentos. Muchos de los nuevos legisladores provienen de municipios que enfrentan desafíos estructurales, como el acceso a servicios básicos, la infraestructura vial y la falta de oportunidades laborales.
Para Salta capital, el recambio significa el ingreso de dirigentes con perfiles más jóvenes y con mayor presencia en redes sociales, un fenómeno que viene transformando el modo de comunicar la política local. En los Valles Calchaquíes y en el norte profundo, en cambio, la discusión pasa más por la representación territorial y la búsqueda de respuestas a demandas históricas que siguen en agenda.
Los analistas locales ya anticipan que la nueva composición legislativa podría modificar la correlación de fuerzas internas, especialmente en temas sensibles como la distribución de fondos, el control de organismos provinciales y la relación con el Poder Ejecutivo. La Legislatura salteña, acostumbrada en los últimos años a trabajar con mayorías cómodas en varios bloques, podría vivir un período de negociaciones más intensas.
Lo que viene para la política salteña
Con este recambio, la Legislatura cierra un ciclo marcado por debates sobre salud pública, seguridad, recursos naturales y el rol del Estado en el interior profundo. Ahora, las expectativas están puestas en cómo responderán los nuevos diputados a estas demandas y en qué medida podrán mantener el vínculo con los territorios que representan.
La salida de tantos referentes políticos da lugar a una Cámara más heterogénea, que desde diciembre buscará consolidar su identidad en un contexto económico complejo y con un escenario nacional incierto. Para la provincia de Salta, el desafío será que esta renovación no se limite a un cambio de nombres, sino que se traduzca en una representación más equilibrada y cercana a los problemas cotidianos de la gente.
En los próximos días, mientras continúan las despedidas formales, la política salteña ya empieza a mirar hacia adelante. El 24 de noviembre marcará el inicio de una nueva etapa en la Cámara de Diputados, con expectativas altas, interrogantes abiertos y la promesa de un mapa político renovado de punta a punta.