La moneda de 50 centavos de 1997 es una de las más buscadas y cotizadas por los coleccionistas de numismática en Argentina. Se trata de una pieza conmemorativa del 50° aniversario de la ley 13.010, que otorgó el derecho al voto a las muj*res en el país.
En el anverso, se puede ver el rostro de Eva Perón, la líder política y social que impulsó esta conquista histórica. En el reverso, se lee la leyenda “Cincuentenario ley n° 13.010, voto femenino obligatorio” y el valor nominal "50 Centavos".
Esta moneda tiene una historia singular y curiosa, que la convierte en un verdadero tesoro para los aficionados a las monedas. Según se cuenta, la Casa de la Moneda acuñó ejemplares de esta moneda en 1997, pero solo se distribuyeron unos pocos miles. El resto quedó guardado en un depósito, debido a que el gobierno decidió retirarla de circulación por considerarla “polémica” y “prov*cadora”.
La razón de esta decisión fue que la imagen de Evita no era del agrado de algunos sectores políticos y sociales, que la veían como un símbolo del peronismo y del populismo. Además, se argumentó que la moneda podía generar confusión con la de un peso, que tenía el mismo tamaño y color. Así, la moneda de 50 centavos quedó relegada al olvido, hasta que en 2002 se produjo un hecho insólito.
Las monedas de Evita empezaron a circular por las calles, pero no como medio de pago, sino como objeto de colección. Los coleccionistas se dieron cuenta de que se trataba de una pieza única y rara, y empezaron a pagar altas sumas por ella. Según se estima, hoy en día solo quedan unos 10 mil ejemplares en buen estado, lo que hace que su valor sea aún mayor.
En Mercado Libre, una moneda de 50 centavos de 1997 puede llegar a costar entre $2.000 y $25.000 pesos argentinos, dependiendo del estado de conservación y la demanda. Algunos vendedores incluso ofrecen lotes con varias monedas o con otras piezas conmemorativas de Evita, como las de dos pesos de 2002.
La moneda de 50 centavos de 1997 es, sin duda, una joya para los coleccionistas, que refleja una parte importante de la historia argentina. Su diseño, su calidad y su escasez la convierten en un diamante para los fanáticos de la numismática, que no dudan en pagar cifras elevadas por tenerla en sus manos.