La Municipalidad de Salta avanza con las tareas de hormigonado y renovación de calzada en la intersección de Pueyrredón y Alsina, uno de los puntos neurálgicos del tránsito urbano que conecta el centro con la zona norte de la ciudad. Los trabajos forman parte del plan de recuperación vial impulsado por el municipio para mejorar la circulación y brindar mayor seguridad a conductores y peatones.
El sector intervenido corresponde al carril izquierdo de Pueyrredón, en la ochava con Alsina, donde se detectaron deformaciones y hundimientos que dificultaban la normal circulación vehicular. Con esta obra, se busca restablecer la nivelación del pavimento y garantizar una superficie más resistente al intenso flujo de autos, colectivos y motos que diariamente transitan por el lugar.
Obras y tiempos de ejecución
Según informaron desde el área técnica municipal, el proceso de fraguado del nuevo hormigón demandará aproximadamente 20 días, tiempo necesario para que el material adquiera la resistencia adecuada antes de habilitarse nuevamente al tránsito. Durante ese período, se solicita a los conductores circular con precaución, respetar las señalizaciones y evitar el paso por la zona intervenida para prevenir daños en la obra recién ejecutada.
El trabajo realizado contempla el retiro del pavimento deteriorado, la preparación de la base, la colocación de nuevas losas de hormigón y el sellado de juntas para extender la vida útil de la calzada. Además, se efectuaron tareas complementarias de nivelación en veredas y cordones cuneta para asegurar un escurrimiento correcto del agua durante las lluvias.
Un punto clave para la conectividad urbana
La esquina de Pueyrredón y Alsina constituye un paso obligado para miles de salteños que se trasladan a diario desde el microcentro hacia los barrios de zona norte. Por esa razón, la intervención en este punto tiene un impacto directo en la fluidez del tránsito y en la seguridad vial de uno de los corredores más utilizados de la capital.
Las autoridades municipales destacaron que este tipo de obras no solo mejoran la circulación, sino que también reducen los riesgos de accidentes y disminuyen el desgaste de los vehículos causado por los baches y desniveles.
