En el norte de la provincia, la situación hídrica vuelve a ser motivo de preocupación debido a una bajante extraordinaria registrada en el río Caraparí. Este río es clave, ya que aporta agua al dique Itiyuro, que a su vez suministra el líquido elemento a la población del departamento San Martín.
Las últimas horas han sido testigo de una drástica disminución del nivel del río Caraparí, lo cual ha provocado el arrastre de nutrientes hasta el dique Itiyuro. Como consecuencia, se ha producido la formación de algas, lo que ha llevado a la planta potabilizadora a realizar una redosificación de productos químicos para mantener la calidad del agua apta para el consumo humano.
Juan Bazán, gerente de Servicios de Aguas del Norte, explicó que se han tomado todas las medidas necesarias para garantizar la potabilidad del agua. De no ser así, se habría emitido una advertencia indicando que el agua solo sería apta para uso sanitario, tal como sucedió durante el punto más crítico de la última sequía. En aquella ocasión, el suministro de agua para consumo humano se vio restringido y se distribuyó a través de camiones cisterna en una operación que contó con la colaboración de las municipalidades, el Gobierno provincial y el Ejército.
El gerente descartó, por el momento, que se repita esta situación, aunque advirtió que el norte de la provincia nunca ha salido completamente de la última crisis hídrica. Esta crisis, que tuvo lugar a finales del año pasado y principios de este año, generó múltiples problemas que desencadenaron en serias protestas y manifestaciones por parte de los residentes.
Bazán recordó que la temporada de lluvias anterior comenzó tardíamente y duró poco tiempo, lo que no permitió una recuperación completa de las reservas tras la intensa sequía del año pasado. Los niveles alcanzaron mínimos históricos, lo que provocó una importante crisis en el suministro de agua para la población.
Los ministros de Salud Pública, Federico Mangione, y de Infraestructura, Sergio Camacho, junto con el presidente de Aguas del Norte, Ignacio Jarsún, se reunieron para analizar el avance de las obras destinadas a fortalecer el abastecimiento de agua potable en las localidades abastecidas por el dique Itiyuro. Esta reunión tuvo como objetivo establecer un plan de contingencia.
Según Bazán, las lluvias comenzaron a principios de este año, pero se detuvieron en marzo, lo que significa que la crisis hídrica nunca ha cesado por completo. A pesar de esto, el dique Itiyuro actualmente cuenta con un nivel de cota adecuado, lo que ha permitido una favorable recuperación de las reservas en ese lugar. Sin embargo, la bajante extraordinaria del río Caraparí y el arrastre de nutrientes han obligado a redosificar los productos químicos en la planta potabilizadora para asegurar el suministro de agua a la población.
Bazán también fue crítico al señalar que la falta de inversiones en el suministro de agua de las últimas dos décadas está afectando gravemente la regularidad del servicio en el norte, donde actualmente se depende de las lluvias para un abastecimiento normal.
