Los restos hallados en Entre Ríos fueron identificados mediante análisis de ADN como los de Martín Sebastián Palacio, el remisero desaparecido el 8 de octubre. La confirmación fue comunicada por el Cuerpo Médico Forense del Superior Tribunal de Justicia.
Palacio había salido esa noche para un supuesto “traslado ejecutivo” hacia Córdoba en su Toyota Corolla blanco con techo negro. Desde entonces se perdió todo contacto: su teléfono se apagó poco después de la medianoche y horas más tarde su vehículo apareció incendiado en un descampado de la capital cordobesa.
El principal sospechoso es Pablo Laurta, ya imputado por el doble femicidio de Luna Giardina y su madre. Según los investigadores, Palacio habría sido su último pasajero. La autopsia reveló un orificio de entrada en el cráneo, compatible con un disparo, y los fiscales sostienen que Laurta habría descuartizado el cuerpo y distribuido los restos en distintas zonas de la provincia.
Tras este crimen, Laurta se dirigió a Córdoba, donde asesinó a su expareja y a la madre de ella. Luna Giardina, de 26 años, lo había denunciado por violencia de género y contaba con medidas de protección que no impidieron el trágico desenlace.
Después de los femicidios, Laurta escapó con el hijo que tenía con Luna y fue detenido en Gualeguaychú, Entre Ríos, a casi 700 kilómetros del lugar del doble crimen. La causa sigue en investigación mientras la justicia trabaja en reconstruir los hechos y evaluar posibles cómplices.
El caso puso de relieve la vulnerabilidad de los trabajadores de remises y la necesidad de reforzar las medidas de protección para víctimas de violencia de género.