La búsqueda de Marita Verón, desaparecida en abril de 2002, sufrió un nuevo y doloroso revés. Este viernes, autoridades paraguayas confirmaron que la mujer vinculada con la hija de Susana Trimarco falleció el sábado pasado a causa de un paro cardiorrespiratorio, agravado por su delicado estado de salud. El cuerpo ya fue enterrado y, de ser necesario, el siguiente paso sería la exhumación para realizar estudios forenses que confirmen su identidad.
La mujer, conocida como “Doña Eva”, vivía en un rancho improvisado cubierto con lona en el barrio San Ramón, cerca del ex kilómetro 18 de la Ruta PY02, en Capiatá. Vecinos la denunciaron por no tener documentación oficial y presentarse con el nombre de Eva Morínigo. Según la Defensora Lenys Vera Mayer, la mujer se mostraba con miedo y no quiso dar detalles sobre su pasado, aunque trascendió que había atravesado situaciones difíciles.
El vínculo con Marita Verón surgió de publicaciones en redes sociales, que despertaron la atención de personas en Argentina. Sin embargo, con la confirmación de su muerte, la familia de Trimarco enfrenta nuevamente la incertidumbre que marcó la larga lucha por encontrar a su hija desaparecida en el marco de una red de trata de personas.
El caso de Marita Verón tiene repercusión en todo el país, incluyendo Salta, donde organizaciones de derechos humanos siguen de cerca la investigación. La noticia también resalta la importancia de fortalecer la coordinación entre Argentina y Paraguay para la protección de personas en situación de vulnerabilidad y la identificación de posibles víctimas de trata.
A pesar de la decepción, la lucha de Susana Trimarco sigue siendo un símbolo de compromiso contra la explotación y la trata de personas. La historia de Marita Verón continúa recordando la necesidad de justicia, acción y memoria en todo el norte argentino y más allá de las fronteras.
