El programa Copa de Leche concluyó el 2025 con un balance ampliamente favorable en la ciudad de Salta, luego de haber brindado asistencia nutricional diaria a más de 85 mil niños, niñas y adolescentes que asisten a establecimientos educativos de nivel inicial y primario, además de distintas instituciones comunitarias. La iniciativa, que depende de la Agencia de Contención y Desarrollo Comunitario, logró sostenerse durante todo el año con regularidad en las entregas y con una cobertura que alcanzó a los sectores más sensibles del sistema educativo urbano.
La política alimentaria, pensada como un refuerzo clave para acompañar la trayectoria escolar, llegó a 117 escuelas y 27 instituciones de Salta Capital. Allí, cada jornada se distribuyeron raciones que incluyeron leche con chocolate, mate cocido, yogur y distintas variedades de pan, garantizando un aporte nutricional fundamental para miles de estudiantes que comienzan el día en las aulas.
Desde la Dirección de Copa de Leche se destacó que el desarrollo del programa durante 2025 se dio con normalidad, cumpliendo en tiempo y forma con la provisión tanto de insumos secos como de productos frescos. Este punto fue central para sostener la continuidad del servicio, especialmente en un contexto social y económico donde la alimentación escolar cumple un rol cada vez más determinante para el bienestar de las infancias.
La planificación alimentaria contempló no solo la cantidad de beneficiarios sino también la calidad y diversidad de los productos. A lo largo del año se ofrecieron preparaciones como mate cocido y leche chocolatada, además de yogur y una unidad diaria de pan. Las variedades incluyeron pan de salvado, pan de leche, francés, tortilla y pan dulce con anís, una opción que fue bien recibida por los chicos y chicas en distintas épocas del año.
Uno de los aspectos más valorados del balance anual fue la inclusión de menús especiales destinados a estudiantes con diagnósticos específicos. El programa adaptó la asistencia para niños y adolescentes con celiaquía, diabetes, intolerancia a la lactosa y casos de sobrepeso u obesidad, garantizando que todos pudieran acceder al refuerzo alimentario sin riesgos para su salud. Esta línea de trabajo permitió avanzar en una política más inclusiva dentro de las escuelas públicas de la ciudad de Salta.
El alcance del programa no se limitó únicamente a la entrega de alimentos. Durante el 2025 también se desarrollaron instancias de capacitación destinadas a docentes, personal administrativo, ordenanzas y equipos directivos. Estos espacios tuvieron como objetivo fortalecer el manejo adecuado de los alimentos, mejorar la organización interna y reforzar el rol de la comunidad educativa en la promoción de hábitos saludables.
En paralelo, se llevaron adelante talleres educativos y recreativos dirigidos a los alumnos, con propuestas adaptadas a cada edad. A través de actividades lúdicas y pedagógicas, se buscó concientizar sobre la importancia de una alimentación equilibrada, incorporando el consumo de leche, yogur y quesos como parte de una dieta diaria saludable. Estas acciones apuntaron a generar aprendizajes que trasciendan el ámbito escolar y se repliquen en los hogares.
El impacto del programa Copa de Leche en Salta Capital se refleja no solo en los números, sino también en la presencia cotidiana en las escuelas. Para muchos estudiantes, la ración recibida representa un complemento esencial que incide directamente en la concentración, el rendimiento académico y la asistencia regular a clases. En barrios donde las dificultades económicas se sienten con más fuerza, la continuidad del programa fue clave para sostener la igualdad de oportunidades.
A lo largo del año, la logística fue uno de los desafíos principales. La distribución diaria de alimentos a más de un centenar de establecimientos requirió coordinación constante, control de stock y una planificación ajustada a los calendarios escolares. Desde el área responsable remarcaron que el cumplimiento de los cronogramas fue posible gracias al trabajo articulado entre equipos técnicos, personal de las escuelas y la estructura municipal.
La experiencia acumulada durante 2025 permitió además identificar nuevas demandas y ajustar criterios de intervención. El crecimiento de la matrícula en algunas zonas de la ciudad y la detección temprana de problemáticas nutricionales abren el camino para seguir fortaleciendo el programa en los próximos ciclos lectivos, con una mirada integral sobre la niñez y la adolescencia en Salta.
En términos de políticas públicas, Copa de Leche se consolidó como una herramienta de contención social que va más allá del aspecto alimentario. La presencia del Estado en las escuelas, a través de este tipo de programas, refuerza el vínculo con las familias y contribuye a construir redes de cuidado comunitario, especialmente en contextos de vulnerabilidad.
El cierre del año dejó un balance positivo y el desafío de sostener y ampliar lo logrado. La asistencia a 85 mil estudiantes marca un piso alto para el futuro inmediato, con la expectativa de profundizar las acciones educativas, diversificar los menús y seguir garantizando que ningún chico o chica de la ciudad de Salta llegue a clases sin un refuerzo alimentario básico.
De cara a los próximos años, el programa Copa de Leche aparece como una política estratégica dentro de la agenda social de la capital salteña. La combinación entre asistencia nutricional, inclusión y educación alimentaria se posiciona como un eje central para acompañar el desarrollo integral de las infancias y fortalecer el entramado escolar en toda la provincia de Salta, comenzando por su ciudad capital.