El pasado 7 de noviembre se cumplió un mes desde que la agrupación terrorista Hamas bombardeó el sur de Israel y la guerra parece no tener fin. En el marco del rezo del Ángelus, este domingo el Papa Francisco volvió a hablar de la situación que se vive en Medio Oriente.
“El pensamiento cada día va dirigido a la gravísima situación en Israel y Palestina. Estoy cerca de todos los que sufren, palestinos e israelíes, los abrazo en este momento oscuro”, dijo el Sumo Pontífice desde la ventana del Palacio Apostólico.
Como lo hizo en otras oportunidades, el Papa Francisco pidió que se detengan las armas, “pues no llevarán jamás a la paz, y que el conflicto no se amplíe”. En una mañana rodeada de fieles, la máxima autoridad del Vaticano fue contundente.
“Basta, hermanos, basta. Que en Gaza se socorran inmediatamente los heridos, se protejan los civiles, se hagan llegar muchas más ayudas humanitarias a esa población exhausta, se liberen los rehenes, entre los que hay muchos niños y ancianos”, pidió.
Además se refirió a la igualdad de las personas más allá de su fe: “Todo ser humano, ya sea cristiano, hebreo, musulmán, de cualquier pueblo o religión, es sagrado, es precioso a los ojos de Dios y tiene derecho a vivir en paz”.
En ese sentido, el argentino llamó a “no perder la esperanza” y a “trabajar sin descanso para que el sentido de humanidad prevalezca sobre la dureza de los corazones”.
El Papa Francisco no se olvidó de otras guerras
En el mismo discurso, el Papa Francisco pidió “no olvidar a la martirizada Ucrania” en el marco de la guerra con Rusia y habló de la guerra civil que transita Sudán desde hace meses.
“Un conflicto que no acaba y que está provocando numerosas víctimas, millones de desplazados internos, refugiados en los países limítrofes y una gravísima situación humanitaria”, expresó.
