Qué hermosa historia de amor y dedicación. Gisel Fabián, una enfermera del hospital público Materno Infantil, nos conmueve con su relato sobre la adopción de un pequeño niño de menos de 2 años, a pesar de las dificultades médicas que enfrenta.
Para Gisel, adoptar siempre fue un sueño desde su infancia, y cuando conoció a este niño en el hospital, su corazón se llenó de amor. Desde entonces, su vínculo con él creció cada día más, hasta que se dio cuenta de que lo extrañaba cuando no estaba con ella en casa. Entonces, surgió la pregunta sobre la posibilidad de adoptarlo.
Ya pasó más de 1 año desde que Gisel conoció al pequeño, cuando apenas tenía 8 meses. A pesar de sus limitaciones y enfermedades, ella lo describe como un niño hermoso, bueno y tranquilo, cualidades que la conquistaron desde el principio.
Lo que comenzó como el deseo de cuidarlo y brindarle amor, se convirtió en un lazo familiar indestructible. Para Gisel, el amor que siente por él es el mismo que tendría por un hijo biológico, y el amor que él le devuelve es igualmente hermoso y gratificante.
"Siempre fue mi sueño adoptar, desde chica, acá en el hospital lo conocí a este niño que me conquistó el corazón. Fue un proceso acercarme a él, fui su madrina y luego me di cuenta que cada día quería estar más tiempo con él y lo extrañaba cuando estaba en mi casa y entonces me empecé preguntar si la adopción era una posibilidad con él".
Esta historia es un recordatorio conmovedor de que el amor verdadero no conoce límites, y que el deseo de dar y recibir amor puede trascender las barreras biológicas. ¡Qué fortuna tiene este niño de tener a Gisel como su madre!
