El cambio de estación trajo su primera gran tormenta al norte de Salta. Durante la noche del miércoles, Tartagal y General Mosconi fueron escenario de un fuerte temporal con ráfagas de viento, lluvia intensa y caída de árboles que dejaron importantes daños materiales y un extenso corte de energía eléctrica.
El fenómeno comenzó cerca de las 22 y sorprendió a los vecinos mientras se preparaban para descansar. En cuestión de minutos, el viento levantó chapas, arrancó ramas y derribó postes del tendido eléctrico. En algunos barrios, el agua ingresó a las viviendas y complicó aún más la situación. “Parecía que el viento no iba a parar más”, contaban los vecinos al amanecer, todavía conmocionados por lo vivido.
El servicio eléctrico se interrumpió poco antes de la medianoche y afectó tanto al centro de Tartagal como a los barrios periféricos. Cuadrillas municipales, personal de Defensa Civil y agentes del Sistema de Emergencias 911 trabajaron durante toda la madrugada para despejar calles, asistir a las familias afectadas y evaluar los daños. Recién con las primeras horas de la mañana se comenzó a restablecer la energía en algunos sectores, aunque otras zonas continuaban sin luz durante gran parte del jueves.
En General Mosconi, a pocos kilómetros, la tormenta también golpeó con fuerza. Árboles caídos, cables cortados y calles intransitables formaron parte del panorama que dejó el paso del temporal. Varias viviendas sufrieron daños parciales, especialmente en los techos, y los vecinos dedicaron toda la jornada siguiente a limpiar y reparar lo que el viento arrasó.
A pesar de la magnitud del evento, no se registraron heridos ni víctimas, aunque las pérdidas materiales fueron significativas. Las autoridades destacaron el trabajo conjunto de los equipos de emergencia y pidieron mantener la precaución ante posibles nuevas lluvias.
Con el amanecer, Tartagal despertó cubierta de ramas, chapas dobladas y barro acumulado. Los vecinos comenzaron a organizarse para despejar sus calles y ayudar a quienes sufrieron mayores daños. El calor y la humedad complicaron las tareas, pero el espíritu solidario volvió a hacerse presente, como en cada temporal que golpea a la región.
El norte salteño está acostumbrado a este tipo de fenómenos climáticos que marcan el inicio de la temporada de lluvias, aunque este episodio sorprendió por su intensidad. En los últimos años, las tormentas han llegado con más fuerza y frecuencia, lo que genera preocupación entre los pobladores y refuerza la necesidad de mejorar el mantenimiento urbano y las redes de drenaje.
Desde Defensa Civil recordaron la importancia de revisar techos, limpiar canaletas y asegurar objetos sueltos ante la posibilidad de nuevos temporales. El pronóstico para los próximos días anticipa inestabilidad, con probabilidad de tormentas aisladas en toda la zona norte de la provincia.
La noche del miércoles quedará en el recuerdo de Tartagal y Mosconi como la primera gran tormenta de esta primavera. Un aviso temprano de que la temporada de lluvias ya llegó y que el clima en el norte salteño no da tregua.