El conflicto entre Mauro Icardi y Wanda Nara alcanzó un nuevo capítulo: mientras siguen negociando el régimen de visitas para que las hijas viajen a Turquía, el futbolista presentó sus propias exigencias, marcado por la tensión y la estrategia legal.
Tras los tres puntos firmes de Wanda —pago de cuota alimentaria, que China Suárez y su entorno no estén presentes, y la exclusión de la niñera denunciada— Icardi no se quedó atrás y formalizó contrapropuestas que buscan equilibrar la balanza en favor de un viaje planificado y seguro.
Según informó TN, Mauro exige:
- Visitas transfronterizas de siete días completos, sin descontar tiempo de vuelo
- Pasajes de ida y vuelta para Wanda y las niñas, en categoría business vía Turkish Airlines.
- Punto de inicio del encuentro en el aeropuerto de Estambul, para garantizar control y acompañamiento.
- Intervención activa de la Cancillería argentina para evitar posibles retenciones del viaje.
Además, plantea que Wanda se aloje en un departamento en Milán durante las estancias, en lugar de quedarse en Turquía, medida que busca separar espacios personales y evitar presiones.
Estas condiciones chocan con la postura de Wanda, quien hasta ahora solo aceptó la extensión del tiempo de visitas, pero se mostró firme en su negativa a que las niñas viajen a Estambul. En cambio, propuso un encuentro en Grecia, por su cercanía y neutralidad, manteniendo las mismas semanas estipuladas.
El entorno de Nara también rechaza los vuelos en clase económica, alegando preocupaciones por la seguridad y bienestar de sus hijas, y no descarta insistir en la modalidad con vuelo privado.
Mientras tanto, sigue en pie la guerra legal: Icardi presentó solicitud de restitución internacional para que las niñas se trasladen a Turquía y no vuelvan a Argentina sin su consentimiento, una estrategia que profundiza la disputa judicial.
