Un suboficial del Ejército Argentino fue encontrado sin vida en las primeras horas de este miércoles dentro del cuartel de la Guarnición Monte Caseros, en la provincia de Corrientes. El hecho generó un fuerte impacto puertas adentro de las Fuerzas Armadas y activó de inmediato una investigación judicial y administrativa para esclarecer qué ocurrió.
La víctima fue identificada como Juan Pereira, un hombre de alrededor de 50 años que llevaba casi 30 años de trayectoria en el Ejército. Su cuerpo fue hallado durante la madrugada dentro del predio militar, lo que motivó la intervención de las autoridades judiciales y de la cadena de mando de la fuerza.
La causa quedó en manos del Juzgado Federal de Curuzú Cuatiá, con actuación de la fiscalía federal de Monte Caseros, y fue caratulada como “averiguación de causales de muerte”. En ese marco, se ordenó la realización de una autopsia para determinar con precisión la causa del deceso y descartar o confirmar las distintas hipótesis que se manejan en esta etapa inicial de la investigación.
Si bien no se difundieron detalles oficiales sobre las circunstancias en las que fue encontrado el cuerpo, la principal línea de investigación apunta a un suicidio por ahorcamiento. No obstante, desde el ámbito judicial remarcan que será el resultado de las pericias forenses el que permita establecer con certeza cómo se produjo la muerte del suboficial.
Tras conocerse el hecho, el Ejército Argentino informó que se activaron las actuaciones administrativas internas correspondientes, tal como lo establece el protocolo para este tipo de situaciones. Asimismo, la institución aseguró que se encuentra a total disposición de la Justicia para colaborar con la investigación y aportar toda la información necesaria.
Desde la cúpula militar expresaron su profundo pesar por la muerte del suboficial y acompañaron a sus familiares, camaradas y allegados en este momento de dolor. En el ámbito castrense, Pereira era reconocido por su extensa carrera y su permanencia durante décadas dentro de la fuerza, lo que incrementó el impacto de la noticia entre sus compañeros.
El ministro de Defensa, Carlos Presti, también se refirió públicamente al episodio y manifestó su pesar por lo ocurrido. “Asumí para hacerme cargo de estas tristes situaciones, que nos afectan como sociedad y de forma muy particular a las Fuerzas Armadas”, señaló. Además, expresó sus condolencias y acompañamiento a la familia del suboficial fallecido.
Este hecho se conoció pocas horas después de otro episodio que volvió a poner el foco en la situación del personal militar. El martes, un soldado que cumplía funciones de seguridad fue hallado muerto en la Quinta de Olivos. Se trató de Rodrigo Gómez, de 21 años, quien falleció a causa de un disparo efectuado con su propia arma reglamentaria.
En ese caso, junto al cuerpo se encontró una carta en la que el joven mencionaba atravesar una compleja situación económica, con deudas que rondaban los dos millones de pesos. La investigación determinó que se trató de un suicidio, lo que profundizó la preocupación en torno al estado emocional y las condiciones personales de los efectivos.
La sucesión de estos episodios en un lapso tan corto reavivó el debate interno sobre la contención, el acompañamiento psicológico y las condiciones de servicio dentro de las Fuerzas Armadas. Si bien cada caso tiene sus particularidades, el impacto de estas muertes trasciende el ámbito militar y vuelve a interpelar a la sociedad en su conjunto.
Mientras tanto, la investigación por la muerte de Juan Pereira continúa en curso. Las autoridades judiciales aguardan los resultados de la autopsia y de las pericias complementarias para avanzar en la causa y brindar una respuesta clara sobre lo sucedido dentro del cuartel correntino. Hasta entonces, el hermetismo se mantiene y el foco está puesto en acompañar a la familia del suboficial en medio de una pérdida que sacudió a toda la institución.