Tras conocerse el fallo que la destituyó como jueza, Julieta Makintach expresó su desilusión y afirmó que esperaba ser absuelta. La ex magistrada anunció que apelará la decisión ante la Corte Suprema, buscando revertir la sanción que la inhabilita de por vida para ejercer cargos públicos.
El juicio que derivó en su destitución se relacionó con el documental “Justicia divina”, vinculado a la nulidad de un caso penal por la muerte de Diego Armando Maradona. Makintach sostuvo que nunca tuvo participación ni interés en la producción del material y cuestionó cómo su imparcialidad pudo verse afectada.
Además, la jueza señaló que su ausencia durante una jornada del proceso judicial se debió a que su hijo estaba enfermo, hecho que resaltó para desmentir supuestas irregularidades en su conducta profesional.
La decisión del Jurado de Enjuiciamiento marca un antecedente relevante en la justicia argentina y genera debate sobre los límites de la responsabilidad de los magistrados frente a casos mediáticos y producciones audiovisuales que los involucran de manera indirecta.
Makintach, que hasta hoy ejercía funciones judiciales con reconocimiento en distintos ámbitos del Poder Judicial, ahora deberá afrontar el proceso de apelación, que definirá si su destitución definitiva se mantiene o se revierte. Mientras tanto, el caso continúa generando repercusiones en la esfera judicial y mediática, manteniendo la atención sobre la actuación de jueces frente a situaciones complejas y de alto impacto público.
