Julieta Silva, conocida por haber sido condenada en 2018 por matar a su novio rugbier Genaro Fortunato con su auto, fue apresada nuevamente. El jueves 24 de julio de 2025, la justicia la imputó por el delito de lesiones leves tras una denuncia de su marido, en un incidente ocurrido el 12 de julio en su domicilio de San Rafael.
Según se informó, el 911 recibió un llamado que alertaba sobre una situación de violencia doméstica. Al llegar, los policías encontraron al esposo encerrado en el baño, solicitando auxilio, y presentaba signos visibles de golpes. Julieta permanece detenida en esta etapa, mientras avanza la investigación judicial.
¿Qué se les imputa?
A Silva se la acusa de lesiones leves: sin daño irreversible pero suficiente para que se considere un delito. El fiscal podría endurecer la imputación en función de nuevos elementos o testimonios. Por ahora, ella está alojada en una comisaría local.
Silva recuperó la libertad el 25 de marzo de 2020: había cumplido dos tercios de una pena de 3 años y 9 meses por homicidio culposo agravado, más una inhabilitación para conducir de ocho años, tras el trágico episodio de septiembre de 2017.
El incidente original tuvo lugar frente a La Mona Bar, cuando Silva, visiblemente alcoholizada (0,8 g/l), sin sus lentes y con el auto empañado, atropelló a su pareja, que tenía 1,8 g/l en sangre. Después de unos 150 m, giró en “U” y regresó sin frenar, arrollándolo por detrás y desplazándolo unos 3 metros, provocándole un traumatismo fatal de cráneo. La justicia determinó que se trató de un accidente por negligencia.
En aquel entonces, hubo polémica: mientras la fiscalía y los querellantes pedían hasta 20 años de prisión, los jueces se inclinaron por la figura de homicidio culposo agravado por el vínculo, otorgando beneficios como la prisión domiciliaria y confirmando condena en 2019.
En diciembre de 2022 Silva se casó con Lucas Giménez, su marido actual, con quien espera (o tiene) una hija de aproximadamente un año, según la denuncia.
Este nuevo hecho interrumpe la aparente normalización que vivía Silva tras su reinserción. La pareja había formado una familia y circulaba en medio de una luna de miel en el Caribe. La denuncia, que involucra a un menor, vuelve a centrar la atención en ella, y podría complicar su situación judicial.
Desde Mendoza, el Ministerio Público Fiscal tiene activas unidades de violencia de género, con mecanismos de denuncia y restricción que podrían activarse si la causa avanza. La provincia cuenta con líneas específicas, oficinas fiscales y protocolos para abordar estos casos, pero ahora el foco judicial recae en San Rafael.