El maní, conocido también como cacahuete, es más que un simple aperitivo; es un alimento con una riqueza nutricional que ofrece múltiples beneficios para la salud. A continuación, explicaremos las propiedades y ventajas que este pequeño pero poderoso fruto seco aporta a nuestro bienestar.
El maní es un alimento energético, proporcionando 567 calorías por cada 100 gramos. Esta energía proviene de su alto contenido en grasas saludables, principalmente ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados.
Además, es una excelente fuente de proteínas, ofreciendo todos los aminoácidos esenciales necesarios para el crecimiento y desarrollo del cuerpo humano. Uno de los beneficios más destacados del maní es su capacidad para mejorar la salud cardiovascular.
Contiene ácido oleico, que ayuda a disminuir el colesterol LDL (malo) y aumentar el colesterol HDL (bueno). Además, el maní es rico en arginina, un aminoácido que favorece la salud de las arterias y previene enfermedades cardíacas.
El maní es una fuente rica en vitaminas del complejo B, vitamina E y minerales como el magnesio y el zinc. Estos nutrientes son esenciales para mantener una buena salud y desempeñan un papel crucial en diversas funciones biológicas, incluyendo el mantenimiento de la piel, el cabello y la visión.
A pesar de su alto contenido calórico, el maní puede ser un aliado en el control de peso cuando se consume con moderación. Su alto contenido en fibra proporciona saciedad, ayudando a controlar el apetito y a evitar el consumo excesivo de alimentos.
El maní tiene un bajo índice glucémico, lo que significa que no provoca picos bruscos en los niveles de azúcar en sangre. Esto lo hace apto para personas con diabetes tipo 2, ya que ayuda a mantener estables los niveles de glucosa.
MANÍ
