Guardar muebles rotos y viejos, espejos rotos y ropa de personas fallecidas no solo es una práctica poco higiénica, sino que también se cree que puede atraer energías negativas a nuestro hogar. Muchas culturas y tradiciones alrededor del mundo creen en la influencia de las energías en nuestra vida diaria, y es por eso que es importante tener en cuenta qué objetos estamos manteniendo en nuestro espacio.
Los muebles rotos y viejos, por ejemplo, pueden representar un estancamiento en nuestra vida. Mantener estos objetos en nuestra casa puede transmitir la sensación de estar aferrados al pasado, impidiendo que avancemos y nos abramos a nuevas posibilidades. Además, los muebles en mal estado también pueden ser un foco de suciedad y bacterias, lo que puede afectar nuestra salud y bienestar.
Los espejos rotos, por su parte, tienen una larga historia de supersticiones en muchas culturas. Se cree que un espejo roto puede llevar mala suerte y atraer energías negativas. Además, en el feng shui, se considera que un espejo roto puede distorsionar la energía “chi” en nuestro hogar, causando desequilibrios y conflictos. Por lo tanto, es importante desechar los espejos rotos y mantenerlos fuera de nuestro espacio vital.
Finalmente, la ropa de personas fallecidas es un tema delicado y cargado de emociones. Algunas personas creen que la ropa de los difuntos retiene la energía de la persona y puede influir en nuestra propia energía. Mantener estas prendas en nuestro armario puede atraer recuerdos tristes y sentimientos de pérdida, lo que puede afectar nuestra salud mental y emocional.
