Madonna cerró su gira “Celebration Tour” con un show histórico en Río de Janeiro. La reina del pop repasó sus 40 años de trayectoria con un recital gratis de tres horas en Copacabana. Casi dos millones de personas pudieron disfrutar de sus más grandes éxitos, la presencia de invitados especiales y un homenaje especial a Michael Jackson.
La estadounidense empezó su recital pasadas las 22.30 con “Nothing Really Matters”, acompañado de un impactante quimono negro y una corona. Durante el show cambió numerosas veces de vestuario, donde el más llamativo fue una enteriza encorsetada de Jean-Paul Galtier con los colores de la bandera brasileña con el que cantó “Vogue”.
Fue en ese momento donde apareció la primera invitada de la noche: Anitta. La brasileña de 31 años acompañó a la diva del pop y “puntuó” los diferentes looks de los bailarines. Además, protagonizaron un fogoso momento en el escenario junto a dos “modelos” donde simularon tener sexo.
Minutos después fue Pablo Vittar quien dijo presente en la fiesta de la reina del pop. El cantautor y drag queen brasileño dijo presente en el escenario en una reinterpretación de “Music” aggiornada a la mítica samba brasilera.
Madonna se ganó la ovación de todo el público cuando cantó ‘La isla bonita’ junto a un grupo de niños percusionistas de una escuela de samba acompañada de Vittar. Además, usó la camiseta de Brasil para su interpretación.
Otro de los momentos más emocionantes del show fue cuando Madonna homenajeó a Michael Jackson. Durante el concierto sonó parte de “Billie Jean” mientras en la pantalla principal se podía ver la sombra del cantante fallecido en 2009 haciendo sus pasos más icónicos.
A su lado lo acompañaba la sombra de la it girl, que después interpretó “Like a virgin”. Mientras sonaban ambas canciones, se podían ver imágenes de los reyes del pop. Al final del homenaje se pudo leer la frase “Nunca pude decir adiós”.
Después de un largo repaso por toda su carrera en un show de casi tres horas, Madonna se despidió de su público con un corset azul y negro y un velo blanco sobre su cabeza. La artista cantó un popurrí de éxitos, agradeció a sus fanáticos y tomó una bandera de Brasil para agitarla mientras la plataforma desaparecía debajo del escenario.
Antes de finalizar su presentación, se colocó el velo sobre su rostro y despidió a su público.
