El viernes 17 de octubre, el Distrito Cultural Dino Saluzzi se convirtió en escenario de una noche cargada de emociones con la cuarta edición de la Gala Rosa. Treinta mujeres salteñas —pacientes y sobrevivientes de cáncer de mama— fueron las protagonistas de un desfile que fue mucho más que moda: un símbolo de lucha, resiliencia y esperanza.
La propuesta, organizada por la diseñadora Roxana Vilte y la doctora Andrea Zentilli del Hospital Público Materno Infantil, se consolidó como un espacio de encuentro, concientización y homenaje. Octubre, conocido como el “mes rosa” a nivel mundial, encontró en esta gala una de sus expresiones más potentes en Salta.
El evento contó con el acompañamiento de la Municipalidad y fue declarado de interés municipal por el Concejo Deliberante. El intendente Emiliano Durand asistió a la velada, destacando la importancia de generar espacios que visibilicen la enfermedad y el valor de quienes la enfrentan día a día.
Las protagonistas desfilaron con vestidos de alta costura, muchos de ellos inspirados en momentos que no pudieron vivir en su juventud. Así, varias lucieron vestidos de 15 años o de novia, celebrando una nueva oportunidad desde lo simbólico, rodeadas de aplausos y cariño.
Además del desfile, la noche incluyó presentaciones musicales, homenajes y testimonios que reforzaron el mensaje de prevención. Marcas locales colaboraron con maquillaje, estilismo y servicios de bienestar, generando una red de apoyo integral.
Cada paso en la pasarela fue una declaración de vida. Mujeres que atravesaron diagnósticos, tratamientos y temores, hoy se mostraron con orgullo, dejando un mensaje claro: el cáncer de mama detectado a tiempo puede curarse.
La doctora Zentilli remarcó la importancia del control regular, mientras que Vilte puso su creatividad al servicio de un evento que emociona a toda la comunidad. La Gala Rosa no solo busca visibilizar la enfermedad, sino también celebrar a quienes no se rinden.
Con esta edición, Salta refuerza su compromiso con la concientización sobre el cáncer de mama. El evento no solo dejó imágenes inolvidables, sino también un mensaje que atraviesa generaciones: cuidarse es quererse, y nunca hay que dejar de luchar.
