Un oficial retirado de las Fuerzas Armadas vivió un momento inesperado cuando revisó su cuenta bancaria y encontró una transferencia millonaria acreditada por error. Lo que habitualmente eran unos pocos miles de dólares se transformó de golpe en más de 3 millones, registrados como “bonos del Estado argentino”.
Eduardo, como se lo identifica, decidió actuar con responsabilidad y contactó al banco de inmediato para notificar la situación. Incluso presentó una captura de pantalla de la transacción para dejar constancia de que la suma no le correspondía.
“Sabía que no era mío, así que lo primero que hice fue comunicarme con el banco para no tener inconvenientes con la AFIP ni con ninguna otra entidad”, explicó el exoficial. Finalmente, la operación fue revertida y el dinero devuelto a su origen.
Aunque el origen exacto de los fondos sigue siendo un misterio, el hecho pone en evidencia la importancia de la ética y la transparencia frente a movimientos bancarios inesperados. La rápida acción de Eduardo evitó problemas legales o fiscales que podrían haber surgido por la abultada suma en dólares.
El caso también genera un llamado de atención sobre la seguridad de las operaciones digitales en Argentina y la necesidad de actuar con prudencia ante errores de gran magnitud. La actitud del exmilitar fue valorada como un ejemplo de conducta responsable, demostrando que la honestidad puede marcar la diferencia incluso en situaciones extraordinarias.